Otoño de 2019. Aún quedan dos meses para la madrugada en la que el Delcygate, del 19 al 20 de enero de 2020, haría estallar las primeras costuras de la carrera política de José Luis Ábalos. La vicepresidenta de Venezuela todavía ni ha planeado su viaje a Madrid, y tampoco se ha puesto en contacto con el entonces ministro y hombre fuerte del PSOE para citarse con él. Lo que sí tiene ya claro es que quiere influir en el Gobierno de España, alineado entonces con el líder opositor Juan Guaidó. Pero el primer paso de ese nuevo acercamiento al entorno de Pedro Sánchez no lo da la dirigente bolivariana, mano derecha -y de hierro- de Nicolás Maduro, sino su hermano Jorge Rodríguez, entonces ministro de Comunicación, y actualmente Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Que resulta que a finales de 2019 está en Madrid. Sobre él pesan sanciones, no de la UE, pero sí de EEUU y Canadá.
Por: El Mundo
El hermano de Delcy le pidió una reunión a Ábalos y ambos se vieron en una céntrica terraza de la capital. Según ha sabido EL MUNDO, Rodríguez le planteó al ministro abrir “un canal de interlocución” con el Gobierno de Pedro Sánchez. El dirigente bolivariano le transmitió al secretario de Organización del PSOE su “preocupación” por los acercamientos de los socialistas a Juan Guaidó, entonces reconocido por la UE (y por España, claro) como presidente encargado.
Es importante subrayar que el hermano de Delcy Rodríguez intentaba así quebrar la sintonía del PSOE con la oposición venezolana, como también es clave recordar que las tornas cambiaron después de la visita de la vicepresidenta venezolana en el Aeropuerto de Barajas. Bien por una mera coincidencia de fechas, bien por un giro estratégico del Ejecutivo, pero lo cierto es que tres días después de aquella madrugada del Delcygate, La Moncloa confirmó que Pedro Sánchez no se reuniría finalmente con el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Hasta este momento, fuentes del Gobierno, incluida la ministra portavoz -que entonces era María Jesús Montero-, no habían descartaban por completo esa opción.
Dos meses antes, cuando se ve con el hermano de Delcy, Ábalos estaba llevando las riendas de las negociaciones de su partido con los líderes opositores venezolanos. Ya se había reunido en la sede de Ferraz con el embajador de Guaidó, Antonio Ecarri. Y no sólo con él, sino que mantenía contactos fluidos con otros miembros de la oposición democrática al régimen de Nicolás Maduro. No en vano, llegó a mantener contacto directo con el propio Guaidó.
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