¿Dónde está Ovidio Guzmán? El escándalo de “El Mayo” arrastra a los hijos de “El Chapo”

¿Dónde está Ovidio Guzmán? El escándalo de “El Mayo” arrastra a los hijos de “El Chapo”

Ovidio Guzmán en una imagen de su primera detención en el año 2019.

 

Una entrada en el registro nacional de prisiones de Estados Unidos (BOP) inició el misterio. Ovidio Guzmán López, el reo número 72884-748, aparece como “liberado” desde el pasado 23 de julio. El escándalo vino dos días más tarde. De forma inesperada, Ismael El Mayo Zambada, narco de narcos del Cartel de Sinaloa, y Joaquín Guzmán López, hermano de Ovidio e hijo de El Chapo, bajaron de una avioneta Beechcraft 200 y fueron detenidos en el aeropuerto rural de Santa Teresa, un poblado de 6.000 habitantes en Nuevo México. En medio de la confusión y de las versiones contradictorias sobre el arresto, la información de la supuesta liberación de El Ratón, como se conoce al capo de 34 años, alimentó las suspicacias. Las autoridades mexicanas y estadounidenses apagaron el rumor a la mañana siguiente y aseguraron que Ovidio Guzmán seguía detenido y bajo custodia de Washington. Un mes después, la Fiscalía General de la República (FGR), que ha iniciado su propia investigación para aclarar lo sucedido en territorio mexicano, puso en duda la versión oficial de sus contrapartes. La institución afirmó en un comunicado que pudo comprobar que había sido liberado, pero reconoció que no sabe dónde está y cuál es su situación jurídica del otro lado de la frontera.

Por El País





La FGR dio un paso más allá e hizo público el pasado jueves que estaba investigando si la supuesta liberación de El Ratón estaba relacionada con la captura de El Mayo en Estados Unidos. En los días que siguieron a la detención de Zambada, al menos tres grandes teorías salieron a la luz para explicar cómo fue que uno de los criminales más buscados pudo viajar al país más poderoso del mundo sin ser detectado, para luego ser detenido sin que se disparara una sola bala. La rendición: se habló de que el capo de 76 años había pactado su entrega por su avanzada edad y salud deteriorada. El engaño: se planteó que Joaquín Guzmán López, su ahijado, lo había convencido de subir al avión bajo alguna argucia, como un viaje de negocios. La traición: se aseguró que el jefe del Cartel de Sinaloa fue secuestrado por sus antiguos socios y llevado por la fuerza para ser arrestado. El pasado 11 de agosto, Zambada publicó una carta con detalles sobre cómo fue atado y sometido por Los Chapitos, la facción liderada por los hijos de El Chapo, el mismo día de la captura. Un día antes, la Embajada de Estados Unidos en México reconoció que “la evidencia al momento de llegar indica que El Mayo fue llevado contra su voluntad”.

En un giro sorpresivo, la FGR tomó la hipótesis de la traición como la principal línea de investigación del caso y acusó la semana pasada a Joaquín Guzmán López del secuestro de El Mayo. Jeffrey Lichtman, el abogado de la familia Guzmán en Estados Unidos, negó a finales de julio que sus clientes tuvieran un acuerdo de colaboración con las autoridades y desechó también la versión del secuestro de Zambada, al tildarla de una estrategia orquestada por su defensa legal. A pesar del posicionamiento de Lichtman, para cuando salió la acusación de la Fiscalía mexicana, los Gobiernos de Estados Unidos y México prácticamente daban por hecho que Joaquín, alias El Güero, había tenido comunicación en secreto con varias agencias estadounidenses y tanteado la posibilidad de entregarse durante años.

“Se sabe también que Ovidio estaba en comunicación con Joaquín Guzmán López”, señala Mike Vigil, antiguo jefe de operativos internacionales de la DEA. “Joaquín confiaba en su hermano para entregarse”, asegura. El último comunicado de la FGR sobre las incógnitas alrededor de Ovidio Guzmán hizo que otra teoría cobrara fuerza: una negociación de Los Chapitos con Estados Unidos para hacer caer a El Mayo a cambio de que El Ratón recibiera protección judicial y beneficios. A favor de esa hipótesis está la supuesta liberación de Ovidio dos días antes de la captura de Zambada. Pero también choca con la propia versión oficial de Washington sobre el arresto, al asegurar que no tenían confirmación de que El Mayo era uno de los pasajeros del avión hasta que se dio el aterrizaje. Vigil comenta que este tipo de intercambios “no son muy normales” en las agencias de seguridad estadounidenses. “Era un operativo muy difícil, incluso para una persona como Joaquín Guzmán López”, dice el exagente.

El viernes se filtró a los medios que Ovidio Guzmán había entrado al programa de testigos protegidos de la DEA, pero la información resultó ser falsa. Parecía inverosímil que la agencia antinarcóticos hiciera público el arreglo, al menos a estas alturas. El hijo de El Chapo fue detenido en Culiacán, feudo del Cartel de Sinaloa, en enero de 2023 y extraditado a Estados Unidos en septiembre pasado. Tiene programada una audiencia judicial a finales de septiembre próximo en Chicago, donde enfrenta cargos como tráfico de fentanilo, delincuencia organizada, lavado de dinero y posesión de armas de fuego, al igual que su hermano El Güero. Su expediente judicial no se ha actualizado desde junio, pero en el legajo no consta que se planteara ningún acuerdo de culpabilidad de manera formal.

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