Infobae: La izquierda que apoyó a la revolución bolivariana intenta sobrevivir al huracán postelectoral

Infobae: La izquierda que apoyó a la revolución bolivariana intenta sobrevivir al huracán postelectoral

Nicolás Maduro y Gustavo Petro

 

 

 

 

La Revolución Bolivariana arrasó con la izquierda en Venezuela. Hugo Chávez juró en campaña que no era comunista y no haría lo que sí terminó haciendo, pero todos aquellos sectores de la izquierda, los inspirados por la literatura de la vieja Rusia que hablaban mucho de Lenin y muy discretamente de Stalin, hoy están bastante alejados de lo que Chávez instauró y Nicolás Maduro cosechó. No son solo los partidos, es la militancia que soñaba con la dictadura del proletariado, que en Venezuela derivó en la dictadura de una tambaleante camarilla en el poder sostenida por intereses de algunos generales y almirantes.

SEBASTIANA BARRÁEZ

Ante el complejo escenario que hoy se vive en Venezuela, cuando en una poco transparente decisión, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Eduardo Hidrobo Amoroso, anunció que Nicolás Maduro fue el ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, varios hasta entonces de sus amigos ideológicos, acompañan la petición de que el ente electoral muestre las actas, lo que es ir contra el discurso del oficialismo venezolano.

Si la líder de la oposición, María Corina Machado, tildada de ultraderechista por los renombrados miembros de la camarilla en el poder, ha expresado simpatía por la intervención de los más relevantes presidentes iberoamericanos líderes de la Izquierda, como Luis Inacio Lula Da Silva y Gustavo Petro Urrego, no es más que el clamor, sin distingos ideológicos, que ruge en los países de la región impactados por la brutal migración de familias completas.

Chávez provenía de un Ejército formado contra la guerrilla, contra el comunismo y bastante alejado de la izquierda mundial. El astuto teniente coronel, que siempre quiso llegar a Miraflores, descubre que en Venezuela hay un sector izquierdista que aun soñaba con la conquista del poder por lo que lo intenta por la vía de las armas, el 4 de febrero de 1992, pero se encontró con unas Fuerzas Armadas decididas a respetar y hacer respetar la Constitución, a defender el territorio y la soberanía.

Si algo tenía aquel hombre era la perseverancia. El ejército de golpistas fue derrotado dos veces en ese 1992, primero el 4 de Febrero y luego el 27 de Noviembre, pero aun así Chávez no desistió de su lucha por el poder. Salió de la cárcel dispuesto a aprender del error y se encaminó por la vía electoral.

Muchos civiles, medios de comunicación, políticos conspiraron con él para que triunfara de manera indiscutible en las elecciones de diciembre 1998. Hubo también dirigentes de izquierda que no confiaron en las intenciones de un oficial a quien en la academia militar le enseñaron a mandar y obedecer, por eso hombres de la política e intelectual, como Teodoro Petkoff, no lo acompañaron y lo combatieron.

Ya en el poder, Chávez asumió que, entre sus más incondicionales, para mantenerlo en la presidencia, estaba la vieja izquierda y los militares. El resentimiento de muchos de los izquierdistas se convirtió en su mayor soporte para gobernar golpeando las insituciones democráticas, que terminaron convertidas en un apéndice del poder Ejecutivo.

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