Astronauta, profesor o exfiscal: Kamala Harris apura las horas para elegir a su número dos

Astronauta, profesor o exfiscal: Kamala Harris apura las horas para elegir a su número dos

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, en un mitin de la campaña de Kamala Harris, en Ambler (Pensilvania), el 29 de julio. Rachel Wisniewski (REUTERS)

 

¿Un antiguo astronauta como el senador Mark Kelly o un exprofesor de instituto como el gobernador de Minnesota, Tim Walz? ¿Un excelente comunicador como el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, o un experto en ganar en su Estado como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro? La vicepresidenta de EE UU Kamala Harris está a punto de anunciar quién será su compañero de fórmula en la candidatura demócrata para las elecciones de noviembre. Una de las decisiones más importantes en su campaña: su selección dirá mucho de cuál será su estrategia de gobierno, en caso de ganar; pero, sobre todo, dirá mucho sobre cuál será su estrategia para ganar.

Por El País





Habitualmente, un candidato presidencial busca un compañero de fórmula que le complemente. Bien porque pueda impulsarle en algún Estado bisagra necesario para ganar las elecciones, como Pensilvania; bien porque sus inclinaciones ideológicas equilibren posibles sesgos —reales o percibidos— del número uno de la fórmula; bien porque goce de un tirón especial en algún sector clave de la población. O bien porque refuerce alguna de las fortalezas del candidato principal.

Así, Barack Obama, entonces un senador recién estrenado, seleccionó en 2008 a Joe Biden para aportarle experiencia en los pasillos de poder. El veterano John McCain se decidió también entonces por quien era la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, con la idea de inyectar juventud y dinamismo a una campaña percibida como excesivamente tradicional y rígida. En 2016, Donald Trump se inclinó por el muy religioso Michael Pence para atraerse los votos de la comunidad evangélica, entonces muy escéptica hacia él.

Este fin de semana, Harris da los últimos toques a una decisión que ha tenido que tomar a toda prisa tras reemplazar al presidente Joe Biden como candidata demócrata hace solo dos semanas. Siguiendo esa idea de búsqueda de equilibrio, todos los finalistas de la primera candidata presidencial negra son varones blancos.

El bufete de abogados Covington and Burling —con el exsecretario de Justicia de los tiempos de Barack Obama, Eric Holder, al frente—, que ha investigado contra el reloj a los finalistas para descartar posibles esqueletos en sus armarios, ha entregado ya sus informes. La vicepresidenta tiene prevista aún una última ronda de entrevistas con los candidatos antes de anunciar su decisión definitiva en los próximos días.

El martes comparecerá con su seleccionado en Filadelfia (Pensilvania) para un mitin multitudinario, en el comienzo de una gira por cinco Estados clave con la que busca mantener el impulso a su campaña hasta la convención del Partido Demócrata, que se inaugurará el día 19 en Chicago.

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