La decadencia que enfrenta el sector turístico en la entidad no es un fenómeno aislado, sino una consecuencia directa de la mala gestión y las políticas fallidas del Gobierno. Desde que llegó al poder en 1999, el chavismo ha sumido al país en una crisis económica, social y política que ha dejado un profundo impacto en todos los aspectos de la vida del venezolano. Una de las áreas más afectadas han sido los servicios públicos, una situación que ha tenido un impacto devastador en el sector turístico.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Las constantes deficiencias en el suministro de energía eléctrica, combustible, agua y otros servicios básicos han convertido la experiencia turística en La Guaira en una verdadera pesadilla. Desde los apagones que dejan a oscuras a los hoteles y restaurantes, hasta la falta de agua que obliga a los turistas a enfrentarse a condiciones insalubres, han creado una imagen de abandono y deterioro que ahuyenta a los visitantes.
Hacia la zona este de la entidad costera, donde se concentra la mayor actividad turística, las fallas en los servicios públicos son frecuentes. Un comerciante, quien prefirió mantener su identidad a resguardo, comentó que en la avenida La Costanera son constantes los problemas con la electricidad.
“Ahí hay una falla con un tema de los transformadores, una alcantarilla. Allí tienen fallas casi todas las semanas. Si no es toda la semana, es cada dos o tres semanas. A veces pasan dos, tres días, con fallas eléctricas”, denunció.
El comerciante dijo que quienes trabajan en los hoteles se quejan muchísimo, pues sin energía eléctrica es imposible recibir turistas. Nadie podría quedarse en una habitación sin aire acondicionado.
“En Caribe tenemos la problemática de las aguas negras, que cada vez que mandan el agua, todo lo que es el alcantarillado desde la OPP se ve comprometido. Todas las aguas negras salen a la vía; la luz falla, hay bajones. No es tan constante la falta del servicio, como en la avenida La Costanera, pero aquí la fluctuación del voltaje es fuerte también. Daña a los equipos, quema a los compresores de los aires, los compresores de las neveras. En cuanto a la iluminación vial, sí te puedo decir que han hecho un esfuerzo en recuperar”.
Para este emprendedor fue traumático un día del año pasado cuando estuvo más de 16 horas sin servicio eléctrico en el local. “Perdí buena cantidad de la mercancía”, recuerda.
Antecedentes
Jesús Castellanos, representante de la Cámara de Turismo de La Guaira, analizó los factores que han contribuido a esta decadencia y las propuestas para revitalizar un sector que una vez fue próspero.
En décadas pasadas, el estado Vargas, al igual que gran parte de Venezuela, disfrutó de un auge turístico notable, con hoteles icónicos como el Macuto Sheraton y el Meliá Caribe, además de un crecimiento significativo en el sector aéreo, con múltiples conexiones internacionales. Sin embargo, según Castellanos, esta gloria pasada se desvaneció en gran medida debido a las fallas en los servicios públicos y las políticas gubernamentales deficientes.
“La situación actual es desafiante”, declara Castellanos. “Aunque se reconoce la importancia del turismo como generador de ingresos y estimulante económico, las deficiencias en los servicios públicos, como la energía eléctrica y el suministro de agua, han afectado gravemente la imagen y la calidad de La Guaira como destino turístico”.
La falta de una estrategia integral por parte del Gobierno ha empeorado aún más la situación.
A pesar de los esfuerzos aislados, no ha habido una recuperación óptima de los servicios públicos, lo que ha dejado al sector turístico en un estado de vulnerabilidad.
Y es que a pesar de que La Guaira sigue siendo el destino turístico de muchos por la cercanía con la ciudad de Caracas, no es el preferido por su infraestructura y las comodidades que pueda brindar a quienes deciden visitar el estado.
Castellanos enfatiza que la falta de servicios públicos adecuados crea una percepción negativa entre los turistas y afecta la competitividad del estado.
“Como cualquier empresa, la imagen y calidad de los servicios son vitales para garantizar el crecimiento turístico”, afirma. “Desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos, no ha habido una recuperación óptima de los servicios públicos”.
La situación se agrava aún más por la falta de coordinación y visión integral en el desarrollo turístico. Castellanos señala que, si bien hubo picos temporales de actividad turística, como durante la Serie del Caribe celebrada en Venezuela, la falta de una estrategia a largo plazo ha impedido un crecimiento sostenido.
Propuestas de mejoras
Para abordar estos desafíos, la Cámara de Turismo ha presentado propuestas para un plan regional de turismo, en colaboración con otros sectores como la construcción. Una de las iniciativas destacadas es el proyecto del Puerto de Cruceros de La Guaira como “Home Port”, que podría generar miles de empleos directos e indirectos.
“La experiencia nos indica que el desarrollo turístico requiere una colaboración efectiva entre el sector privado y un sector público que garantice servicios de calidad”, explica Castellanos. “Es fundamental que el Gobierno comprenda la importancia del sector privado en la planificación y ejecución de estrategias turísticas”.
Además, Castellanos subraya la necesidad de una mayor formación y preparación de la población local, así como una planificación urbana que priorice al turista. “Para competir con destinos turísticos como las islas del Caribe, debemos ser más competitivos”, destaca.
A pesar de estos desafíos, Castellanos ve un rayo de esperanza en el compromiso del Instituto Nacional de Turismo (Inatur) y la colaboración entre diferentes cámaras regionales. Sin embargo, enfatiza la necesidad urgente de un enfoque integral y un mayor apoyo gubernamental para desbloquear el potencial turístico de Vargas y restaurar su posición como un destino turístico de renombre internacional.
Queda claro que el potencial turístico de Vargas sigue siendo significativo. Con su belleza natural, su rica historia y su ubicación estratégica, la región tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en un destino turístico de renombre internacional. Lo que se necesita es un cambio radical en la forma en que se aborda el problema: una mayor colaboración entre el sector público y privado, una inversión adecuada en infraestructura y servicios públicos, y una visión a largo plazo que permita desarrollar el potencial turístico de la región de manera sostenible.
En última instancia, la revitalización del turismo en Vargas no solo beneficiaría a la economía local, sino que también contribuiría al desarrollo socioeconómico de todo el país. Es hora de que el Gobierno reconozca la importancia del turismo como motor de crecimiento y tome las medidas necesarias para impulsar este sector vital. Solo entonces se podrá empezar a vislumbrar un futuro más próspero y prometedor para el estado Vargas y sus habitantes.