Un viaje de tres meses desde Venezuela para una familia que encontró decepción en la frontera de EEUU

Un viaje de tres meses desde Venezuela para una familia que encontró decepción en la frontera de EEUU

Michelle Jokisch Polo/ WKAR /

 

Diana, sus dos hijos de 5 y 8 años, su padre y su hermano adolescente David llegaron a Ciudad Juárez el martes, pero sus ojos estaban puestos en El Paso, Texas, justo enfrente de la frontera con el Rio Grande, donde estaban planeando solicitar asilo.





Por WKAR

Estaban cansados después de completar un viaje de tres meses desde su Venezuela natal. La familia pidió a NPR que no usara sus apellidos porque temían que hablar pudiera poner en peligro su reclamo.

“Atravesamos la jungla en el Tapón del Darién, Panamá y luego aquí”, dijo Diana.

Esta familia está sintiendo los efectos contundentes de las restricciones impuestas por las acciones ejecutivas del presidente Joe Biden la semana pasada que limitaron la mayoría de las solicitudes de asilo en la frontera sur.

Según la proclama presidencial, cuando los cruces no autorizados superan un promedio de 2.500 migrantes durante siete días consecutivos se imponen restricciones. Esta regla eleva el umbral para una evaluación de miedo creíble, es decir, cuando una persona argumenta que teme por su vida si es devuelta a su país de origen.

Al igual que esta familia, los inmigrantes que esperan ingresar a Estados Unidos ahora luchan con una decisión difícil: intentar cruzar a Estados Unidos ilegalmente y enfrentar la deportación o permanecer indefinidamente en el lado mexicano si se levantan las restricciones.

Diana y su familia no sabían que las nuevas medidas no permiten que las personas que cruzan la frontera soliciten asilo. Sólo los inmigrantes con una cita a través de la aplicación móvil del gobierno, CBP one, pueden solicitar asilo según las nuevas órdenes.

“Nos costó mucho llegar hasta aquí”, aseguró Diana.

Su hermano David dijo que al principio se emocionaron mucho cuando se enteraron de que la frontera estaba cerca.

“Cuando llegamos aquí nos dijeron que la frontera se había cerrado”, expresó David. “Estábamos decepcionados”.

Tan pronto como la familia se bajó del autobús en Juárez, con un clima de treinta grados, la familia caminó directamente a la frontera para entregarse y solicitar asilo.

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