Toma nota: es posible contraer cáncer de piel en los ojos y en otros lugares inesperados

Toma nota: es posible contraer cáncer de piel en los ojos y en otros lugares inesperados

Un diagnóstico tardío puede conllevar un tratamiento más invasivo y casos más graves. La buena noticia es que casi siempre es posible detectar visualmente los signos del cáncer de piel.

 

 

 





 

Si alguna vez te ha examinado la piel un dermatólogo, ya conoces el procedimiento: prepárate para un estudio que se centra en partes del cuerpo en las que nunca piensas, y mucho menos expones al sol. Aunque la mayoría de las personas asocian el cáncer de piel con sesiones de sol, camas bronceadoras y/o la aplicación incorrecta de la protección solar, resulta que muchos cánceres de piel se producen sin la ayuda del sol y sus potentes rayos UV.

Por National Geographic

“El cáncer de piel puede ser astuto”, dice Alix Charles, dermatóloga titulada que ejerce en Hinsdale, Illinois (EE. UU.). De hecho, los peores casos de cáncer de piel suelen desarrollarse en zonas donde no suele dar el sol; lugares que, si no se detectan, pueden dar lugar a un diagnóstico tardío, a un tratamiento más invasivo y a casos de cáncer más graves.

He aquí por qué los dermatólogos quieren que redefinas la relación que tienes con tu piel , especialmente en sus rincones más secretos.

¿Qué causa el cáncer de piel?

El cáncer de piel puede presentarse de diversas formas, la mayoría de ellas asociadas a años de exposición a la radiación ultravioleta del Sol. Ésta azota la superficie de la Tierra, atravesando nuestra atmósfera y poniendo la piel humana en riesgo de cáncer.

La mayor parte de la radiación UV nociva se recibe entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando el cielo está más brillante. Pero el ojo humano no puede detectar los rayos UV, que tienen longitudes de onda más cortas que la luz visible, y pueden dañar la piel incluso en días nublados. Una exposición excesiva a los rayos UV está asociada a las dos formas más comunes de cáncer de piel, el carcinoma basocelular y el carcinoma escamoso. Aunque la genética desempeña un papel en ambos tipos de cáncer, la exposición a los rayos UV no ayuda, sino que daña el ADN de las células de la piel, lo que aumenta el riesgo de mutaciones cuando el organismo intenta reparar el daño.

Para seguir leyendo, clic AQUÍ.