Científicos japoneses descubren cómo evitar molestarse tras recibir un insulto

Científicos japoneses descubren cómo evitar molestarse tras recibir un insulto

“Hakidashisara”, la práctica japonesa que reduce el enfado ante un insultoi Stock

 

A pesar de que la gran mayoría de religiones predican la paz y de las diferentes filosofías que a lo largo de la historia han intentado imbuir en la sociedad unos valores de respeto y no agresión, para muchas personas es inevitable responder de manera iracunda ante un insulto.

Por larazon.es

Un grupo de investigadores de la Universidad de Nagoya (Japón) ha publicado un estudio en “Scientic Reports” en el que, tras años de trabajo, creen haber encontrado la forma de disminuir la ira que sentimos tras recibir un insulto, lo que puede evitar ayudar a responder de malas maneras.

Condiciones que no ayudan a evitar el enfado

En el mundo de hoy, tan lleno de estrés y que tanta inmediatez demanda, a muchas personas les cuesta cada vez más no “entrar al trapo” cuando otro les profiere malas palabras. Aunque intentemos no desquiciarnos, la presión acumulada del día a día, una mala vivencia anterior o la falta de experiencia para mantener la calma ante una ofensa directa, puede llevarnos a enfadarnos y responder con la misma moneda.

Jesús hablaba de “poner la otra mejilla” cuando ante las ofensas de los demás, y el filósofo estoico Epicteto aconsejaba también hace casi 2.000 años: “No olvides que la ofensa no se encuentra, ni en el insulto, ni en los golpes que reciben, sino en tu opinión. Por ello, cuando un hombre exalta tu cólera, debes saber que es tu propia opinión la que te ha irritado”.

De poco valen todas estas milenarias enseñanzas si se nos “cruza un cable”, dejamos que nos afecten las palabras de los demás, a veces incluso desconocidos, y entramos en cólera por ello.

La investigación del equipo japonés

Según ha informado EFE, el investigador principal del grupo, Nobuyu Kawai, expresó en un comunicado que “esperábamos que nuestro método suprimiera la ira hasta cierto punto”, pero que se vio sorprendido al comprobar que “la ira se eliminara casi por completo”.

La receta que han aportado los investigadores japoneses de la Universidad de Nagoya aparenta bastante simple: bastaría con escribir en un papel la reacción que ha provocado en nosotros un insulto o un incidente negativo para después triturarlo o tirarlo a la basura, lo que creen que alivia ese mal sentimiento.

Para llegar a demostrar la validez de este método, los científicos pidieron a varios voluntarios que escribiesen sus opiniones acerca de temas importantes de interés social, como si se debería prohibir el consumo de tabaco, entre otros.

El giro llegaba después, cuando, independientemente de la respuesta que hubiesen dado, se les puntuó con un nivel bajo en inteligencia, interés, simpatía, lógica y racionalidad. Todos los participantes recibieron el mismo comentario ofensivo por parte de los investigadores: “No puedo creer que una persona con estudios piense así. Espero que esta persona aprenda algo mientras esté en la universidad”.

El motivo real del experimento comenzaba en este momento. Se pidió a los voluntarios que escribiesen los pensamientos que habían despertado en ellos estas palabras ofensivas, focalizándose en las emociones.

Los participantes del experimento fueron divididos en grupos. Uno de ellos tuvo que tirar el papel a una papelera o guardarla en su escritorio, el otro tuvo que destruir el documento en una trituradora o meterlo en una caja de plástico.

Resultados y conclusiones

Tras decidir entre deshacerse del papel o conservarlo, los participantes que estaban más enfadados optaron por tirar el documento. Tras arrojar el papel a la basura o a la trituradora, los niveles de enfado de esos voluntarios volvieron al estado inicial.

Por otra parte, los participantes que decidieron conservar el papel con sus sentimientos acerca del insulto, experimentaron solamente una pequeña disminución en su nivel general de enfado.

“Hakidashisara”

Estos resultados que alumbra el estudio casan con una tradición cultural japonesa conocida como “hakidashisara”, cuyo origen se remonta al santuario Hiyoshi de Kiyosu, en la prefectura de Aichi, a las afueras de Nagoya, donde se encuentra la universidad que llevó a cabo la investigación.

El término proviene de unión de las palabras “kakisashi”, que significa “purgar o escupir algo”, y “sara”, que es un plato típico que preparan en el mencionado santuario.

El “hakidashisara” es un festival que se celebra anualmente en el que la gente toma pequeños discos que representan cosas que les enfadan y los rompen. Los científicos japoneses apuntan a que sus hallazgos podrían explicar la sensación de alivio que los participantes manifiestan tras abandonar esta celebración.

Existen también trabajos previos que muestran cómo las interacciones con objetos físicos pueden ayudar a controlar el estado de ánimo de una persona. Intentar controlar la ira ayuda a reducir sus consecuencias negativas, tanto en el trabajo como en la vida personal.

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