Abel González Herrera: Impegnativo

Abel González Herrera: Impegnativo

-Arduo – Difícil – Duro – Laborioso – Gravoso – Pesa – Costoso – Resistente – Desafiante – Exigente – Empeño…

Cuando en una conversación, interesante, nutritiva con un jerarca de nuestra Iglesia Católica, él, en su constante enseñanza toco lo profundo que conlleva el significado de la palabra: “ Impegnativo”, esta abarca mucho de lo que queremos y buscamos en Venezuela por las inmensa mayoría de ciudadanos por nacimiento o por decisión, lo cual es entrar en el Siglo XX!, dejar para siempre los atavismos históricos, que nos tienen en mora con lo que por naturaleza , destino, necesidad, decisión, vamos lograr. En lo político de Estado, tenemos empeño con actitudes que demuestran que estamos en el camino de realizar cambios fundamentales en el destino de nuestro país y su gente, tanto adentro como afuera, estos cambios nos llevará a lo estructural, a lo verdaderamente real, viable, posible para que seamos una sociedad de primer orden; sociedad democrática, participativa, que no riñe con lo representativo. Todos, todos tenemos una labor ardua, compartida y, como tal de mejor y mayor entrega, lo difícil con retos nos entusiasma y motiva más, es laborioso nos dignifica, tiene un sentido amplio de peso, si es de carga nos responsabiliza y, si la carga es de valor, excelente. En lo gravoso y costoso; que más puede ser y su costo es seguir con esfuerzo y trabajo, el mejor costo. Desafiante eso es estimulante por la noble tarea superior, que cada segundo, minuto, hora, día sea exigente, que exijamos, lo queremos, lo buscamos, somos de la medida por el querer, el deber con compromiso que nos otorgamos.

Nuestro Único Amado País, pasa por un momento que, como respuesta a lo maltratado, mal llevado, mal gobernado, está en un momento como cuando María esperaba con dolor el amor más grande. Amor comparado al que se le tiene a un hijo, el que se le tiene a una Madre es el que sentimos y demostramos por nuestro País. Sobre otros temas imputables a quienes les corresponde, sus acciones y proceder, eso, por su naturaleza y tratamiento, será justo, preciso, certero, como Ulpiano lo decretó para la humanidad, para lo humano. El momento es para construir, para unir; lo que es de unir, es de ir a un pacto no escrito de: “ Un Pacto de Buena Voluntad”, el cual no es romanticismo político, el inicio de un proceso transformador a fondo pasa por la mejor demostración de voluntad, con los necesarios con sus aportes de valor, con visión en conjuntos, con un sentido de colectivismo amplio viendo desde el abuelo al nieto y mas para, que las decisiones sean, las más justas posibles, siempre con verdaderos patriotismo, sin chauvinismo, y una misión superior, siendo de la mejor manera, de la mano y acompañados por Dios.