Convaleciente, el papa Francisco recibió el desayuno por parte del presidente de Paraguay

Convaleciente, el papa Francisco recibió el desayuno por parte del presidente de Paraguay

El papa Francisco

 

 

 





El papa Francisco, aún convaleciente por su gripe, recibió este lunes al presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien le obsequió una cesta con chipa (pan de mandioca) y mate cocido: “Me parece muy bien para el desayuno”, agradeció el pontífice riendo.

La audiencia tuvo lugar en la residencia del papa, la Casa Santa Marta del Vaticano, y no en el Palacio Apostólico, debido a la gripe que ha sufrido Francisco en los último días y que le ha obligado a anular otros compromisos en su agenda.

De hecho, nada más recibir al mandatario, Francisco justificó el cambio de lugar del encuentro: “Estoy con esta gripe”, se escucha decir con una sonrisa al papa en el vídeo difundido por la Santa Sede, a lo que Peña responde: “Usted me puede recibir donde quiera”.

El mandatario estuvo acompañado, entre otros miembros del séquito, por su esposa y primera dama, Leticia Ocampos, vestida rigurosamente de negro, con mantilla sobre la cabeza, como manda el protocolo vaticano para las mujeres.

Francisco, visiblemente en buen estado y con humor, estrechó la mano de Peña y después le acompañó caminando y ayudado por un bastón a una zona de la Casa Santa Marta con un escritorio, una librería y un crucifijo, invitándole a tomar asiento.

En la reunión, según ha informado la Santa Sede, hablaron de los planes del nuevo Gobierno paraguayo, formado el pasado agosto, para combatir la pobreza, así como de la protección del medioambiente y sobre la situación en la región sudamericana.

En la grabación se escucha al mandatario explicar al pontífice que había participado en un evento sobre educación invitado por el economista estadounidense Jeffrey Sachs.

Tras el encuentro privado entre ambos, Francisco saludó al séquito de Peña, en primer lugar a su esposa: “Un gusto, señora”, le dijo, tomándola por las manos.

Después, se procedió al tradicional intercambio de regalos, presentados por la primera dama: “Nos enteramos que le gusta mucho la chipa, así que le trajimos”, le explicó, a lo que el papa respondió, riéndose: “Me parece muy bien para el desayuno”.

Entre los productos, la delegación paraguaya también incluyó cocido, una infusión caliente de hierba mate típica del país sudamericano.

Además le entregaron una talla de la Virgen de Caacupé hecha con palo santo y un pesebre realizado por indígenas con el mismo material: “Qué bonito, qué artístico”, agradeció Francisco.

Así como un tejido autóctono que, según explicó Ocampos, “si Dios quiere” será Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Por su parte, Francisco entregó una pieza de bronce que representa dos manos apretadas, sobre el fondo de la columnata de San Pedro, con una mujer con un niño y un barco de migrantes, y la inscripción “Llenemos las manos de otras manos”.

También le entregó, como es costumbre, sus escritos, explicando al mandatario paraguayo que “los que están más de moda” son sus textos sobre el clima, su encíclica “Laudato Si” (2015) y la segunda parte de la misma, la exhortación apostólica “Laudate Deum” (2023).

Como novedad, Francisco regaló a Peña un libro titulado “Los apartamentos pontificios de las audiencias”, subrayando que era el lugar en el que “tendría que haberle recibido” si no sufriera esta gripe: “Lo dejamos para la próxima visita”, le tranquilizó el político paraguayo.

“A mi lo que más me conmueve es la visita”, reconoció el pontífice antes de despedir a Peña, instándole a ir “a favor”.

“Siempre a favor”, le dijo el mandatario.

EFE