William Anseume: El régimen se mofa de la Corte Penal Internacional - LaPatilla.com

William Anseume: El régimen se mofa de la Corte Penal Internacional

Esta misma semana se efectuó la histórica audiencia de apelación, de la apelación presentada por el régimen de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional por la investigación que se le sigue a Venezuela al régimen de Venezuela, por delitos de lesa humanidad cometidos contra ciudadanos venezolanos. No hace falta detallar aquí las atrocidades vividas estos últimos años. Hemos sido testigos directos todos los habitantes de este país. En buena medida, estos actos de persecución política, de prisión, de asesinatos, de torturas, de tratos crueles y degradantes, son causantes de la emigración, del exilio sin duda.

Pero el régimen quiere seguir ocultando los hechos. Entre otras acciones significativas, señaladas en la audiencia de estos últimos dos días, está el el desconocimiento a ultranza de la realidad, de las realidades inocultables. Las víctimas y sus familiares han hablado directamente con los funcionarios designados por el fiscal de la Corte Karim Khan, con él mismo, o han tenido oportunidad de hacer sus denuncias por escrito, además de las presentadas por diversos grupos de defensores o directamente por estos, personalmente, por los abogados que los representan y han llevado allá los casos.

Además de querer hacerse los inocentes, los defensores del régimen han optado, seguramente por órdenes directas de éste, por usar las más amplias tácticas dilatorias. No otra cosa representa esta mofa de apelación sin argumento alguno de peso. Entorpecer el proceso que los conducirá a la conclusión de la investigación y a la determinación de los responsables ha sido su principal objetivo. El fiscal de la Corte se queja de haber recibido material insustancial sólo por el interés de desvirtuar la búsqueda de las responsabilidades, para tratar de esquivar la justicia con farragosos e inservibles legajos.





Pero lo peor de todo es que el material presentado no lo hicieron en lengua oficial de la Corte Penal Internacional, a sabiendas de que en español carecen de validez procesal. Sólo por fastidiar. El régimen arguye, ridículamente, aunque suene increíble, que el español es la lengua de los países pobres. Semejante desfachatez únicamente puede ser entendida como otra burla a la Corte. Existe una evidente falta de seriedad en el tratamiento de estos casos por parte del régimen de Nicolás Maduro, contra la Corte Penal Internacional. Se suma a esto al tratamiento que le ha dado a otros organismos internacionales: la OIT a la que dejó entendiendo en la que debió ser la más reciente reunión del Foro de Diálogo Social o la Corte Internacional de Justicia, desconocida por el propio régimen de Maduro para llevar el caso del Esequibo.

La burla sólo puede tener dos asideros. La conciencia de que están perdidos por la fehaciente demostración irrefutable de los casos de delitos de lesa humanidad, de la falta de investigación real de los casos en Venezuela, de la sistematicidad de sus ataques a los ciudadanos. Y, por otro lado, la certeza de que la Corte no podrá materialmente alcanzarlos. Tal como ha sucedido con la condena de la misma a Putin, quien anda a sus anchas en Rusia y a veces hasta fuera de ella. Los países representados en la ONU, en la Corte Penal Internacional, firmantes de tratados internacionales al respecto, deben incrementar, junto a la misma Corte, las maneras de llegar a ponerle los ganchos directamente a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, para que se acabe su accionar definitivamente, para que cese la burlita de aquí, además, y se enserie de verdad tan importante tema para la humanidad.