Trabajadores ganan la huelga del motor de EEUU al lograr fuerte aumento de sueldo y otros beneficios laborales

Trabajadores ganan la huelga del motor de EEUU al lograr fuerte aumento de sueldo y otros beneficios laborales

Dos trabajadores de la planta de Ford en Wayne (Michigan) se abrazaban en el exterior de la fábrica el pasado 25 de octubre, el día que se alcanzó un acuerdo. REBECCA COOK (REUTERS)

 

Los trabajadores han ganado la histórica huelga del motor en Estados Unidos, la primera convocada simultáneamente contra los Tres Grandes de Detroit. Tras algo más de seis semanas de conflicto, Ford, General Motors y Stellantis (que absorbió Chrysler) han alcanzado acuerdos con el sindicato United Auto Workers (UAW) para poner fin al conflicto. Las partes han pactado convenios colectivos de cuatro años y medio de duración que suponen un triunfo para los trabajadores, con subidas de sueldos mínimas del 25% y otras conquistas laborales que les permiten agarrarse a una clase media de la que se veían excluidos. El éxito marca una época de renacimiento sindical. El desenlace también es un triunfo político para el presidente de EE UU, Joe Biden, que se unió a un piquete de la huelga en un gesto que queda para la historia.

Por El País

El presidente de la UAW, Shawn Fain, acertó con el momento, la narrativa y la estrategia. Logró el apoyo de la opinión pública en un país nada amigo de las huelgas, esgrimió los beneficios récord de las empresas y los sueldos multimillonarios de sus directivos y golpeó a las empresas con una estrategia de huelga de palo y zanahoria en que premiaba o castigaba a las empresas en función de la evolución de las negociaciones. Como antes había hecho con Ford y Stellantis, la última maniobra fue paralizar la planta más importante de General Motors, la única que quedaba por cerrar un acuerdo. Ha sido una huelga larga, pero parcial, que solo ha afectado a una parte de las fábricas y centros de distribución de los gigantes del motor. En su momento álgido, estuvieron en huelga más de 40.000 trabajadores de los aproximadamente 146.000 afiliados al sindicato que tienen las tres compañías.

Los trabajadores, que aún deben ratificar los acuerdos, se desquitan con los nuevos convenios de parte de los sacrificios que hicieron en la Gran Recesión, cuando la propia viabilidad de las empresas estuvo en entredicho. Entonces admitieron perder poder adquisitivo, renunciaron a prestaciones, aceptaron una doble escala salarial y abrieron la puerta a la contratación de más trabajadores temporales.

Aunque hay variaciones entre los diferentes convenios, en todos ellos la subida es del 25% en la retribución por hora hasta abril de 2028, y que con algunos ajustes por el coste de la vida será de más de un 30%, hasta más de 40 dólares (38 euros) la hora para el trabajador tipo. Las subidas del salario inicial y las de los empleados peor pagados son muy superiores. Los convenios también incluyen mejoras en las pensiones y restricciones a la temporalidad, acortan el periodo de aplicación de la doble escala salarial (la progresión de la de los nuevos trabajadores a la general pasa a realizarse en tres años en lugar de ocho) y reconocen el derecho de los trabajadores a hacer huelgas en protesta contra el cierre de fábricas, entre otras medidas de seguridad laboral. Las mejoras salariales de este convenio, ha resaltado la UAW, son mayores a las acumuladas en los últimos 22 años.

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