El País: Peces que almuerzan microplásticos y otros ciegos… el fantástico mundo del río Orinoco

El País: Peces que almuerzan microplásticos y otros ciegos… el fantástico mundo del río Orinoco

El investigador Carlos A. Lasso trabaja a orillas del río Orinoco.
FELIPE VILLEGAS

 

Conocer lo que habita en el fondo del río Orinoco, entre Colombia y Venezuela, no es una tarea fácil. El río es veloz y también oscuro. Llega hasta los 80 metros de profundidad cuando hay aguas bajas y a 100 metros cuando están crecidas. Es el cuarto río más profundo del mundo y dista solo en unos 140 metros con el líder, el río Congo. La dificultad para conocerlo lo llenó de misterio. Los peces que nadan allí fueron ignorados por la ciencia tradicional de los siglos XIX y XX, y solo hasta los años 70 una expedición conjunta entre venezolanos y estadounidenses se lanzó a intentar conocer lo que hay en el fondo de sus aguas. Se trató en ese entonces del buque oceanográfico Eastward.

Por: El País





Pero, ahora, gracias a un estudio liderado por 19 investigadores de Colombia, Venezuela, Brasil y Estados Unidos, que tomó tres años y fue atravesada por la pandemia (se hizo entre 2020 y 2022), se conoce con mejor precisión qué especies que lo habitan. Y son tan inusuales y extrañas que puede que el misterio que rodea a la cuenca del río Orinoco continúe.

“Todas son muy interesantes”, cuenta Carlos A. Lasso, investigador senior del Instituto de Investigación Alexander von Humboldt y coeditor, junto a Mónica Morales, del libro Peces del fondo del río Orinoco y afluentes principales, en el que se recopila la información de las 109 especies que encontraron, incluyendo fotos inéditas. “Entre los casos curiosos está un bagre diminuto, de unos 1,5 centímetros que vive a 40 metros de profundidad y del que solo se habían visto dos ejemplares. Pero también estamos pensando en que, en total, podríamos haber observado casi que diez especies nuevas”, agrega.

No solo se trata de especímenes pequeños. También habitan peces que, por no tener luz, no tienen ojos, y unos cuantos más que “hablan” a través de campos eléctricos. Son los peces gymnotiformes o cuchillos, familia de las anguilas eléctricas, que son capaces de ver si hay una presa cerca a través de generar y percibir campos eléctricos; peces que se han adaptado a la oscuridad, al poco oxígeno y a sobrevivir en corrientes muy fuertes.

Puedes leer la nota completa en El País