No cabe duda de que las estrellas de la industria tecnológica en las últimas semanas tienen mucho que ver con la IA, y es que las posibilidades de ChatGPT-4 han dejado a todos boquiabiertos, incluso a la mismísima Google que se apresuró a presentar su servicio Bard todavía en pañales, y que pocos días después anunciaba la unificación de sus departamentos de investigación y desarrollo en inteligencia artificial para potenciar y enfocar mejor sus próximas metas y avances.
Por La Vanguardia
Lo cierto es que conversar con ChatGPT es sorprendente, casi increíble, pero aunque hasta la fecha siempre hemos podido acceder al servicio de forma gratuita, con recursos limitados, eso sí, todos sabemos (o intuimos) que no es gratis mantener funcionando el chatbot conversacional más popular del momento, cosa que en realidad es ciertamente costosa.
¿Pero cuánto de costosa, se estará preguntando ya la mayoría? Pues mucho, en realidad, porque tal y como nos contaban los compañeros de GizmoChina hace unos días, un estudio ha revelado que ejecutar estos modelos aprendizaje automático a gran escala requiere un montón de recursos computacionales, que se pueden traducir en energía y por tanto en coste de mantenimiento.
La cifra es de 700.000 dólares al día según SemiAnalysis, y eso sólo para ChatGPT-3
El modelo de procesamiento de lenguaje natural (NLP) de OpenAI requiere de mucha potencia informática y de un hardware de prestaciones elevadas, cuyo precio de mantenimiento diario asciende a unos 700.000 dólares más o menos, siempre según los costes analizados por la compañía SemiAnalysis, que en palabras de Dylan Patel, su analista jefe, añadía varios apuntes adicionales.
El primero y más importante es que los costes estimados se refieren sólo al modelo ChatGPT-3, menos potente y funcional que la iteración “4”, que a buen seguro tendrá un precio de mantenimiento sensiblemente superior que todavía es una incógnita.
Además, debéis saber que en la estimación se incluyen el alto coste de los servidores necesarios para proporcionar respuestas a los usuarios, además del coste que supone procesar y optimizar los datos para ofrecer todo tipo de información, así como también el coste de los entrenamientos requeridos por el sistema.
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