Vivió una verdadera pesadilla que duró algo más de seis horas. Es el tiempo en que un gestor de carteras de criptomonedas permaneció retenido y sometido a distintos métodos de tortura en una villa de lujo de Benalmádena. La víctima, de 27 años y origen sirio con residencia en Hungría, llevaba dos semanas disfrutando de unas vacaciones en Costa del Sol, donde entabló amistad con un hombre albanés. O eso creía él, porque en realidad se trataba de uno de sus captores.
Por: Diario Sur
El joven no conocía a nadie en Málaga y recurrió a un contacto de Dubái (donde tiene negocios) para preguntarle si sabía de alguien que pudiera hacerle de anfitrión. Él le facilitó el número del albanés y le dijo que se encontraba por Marbella. Y este, aparentemente de manera desinteresada, en seguida se ofreció a mostrarle la zona. Quedaron un par de veces y dieron alguna que otra vuelta por Puerto Banús. Lo justo para ganarse su confianza. El objetivo no era otro que tenderle una trampa, planificada con otros dos hombres griegos, para hacerse con un botín de 50 bitcoins (en torno a 1.300.000 euros).
Así, mediante engaño, consiguió que la víctima se desplazase este pasado miércoles, día 3 de mayo, por sus propios medios hasta el chalé de Benalmádena en el que supuestamente iban a disfrutar de una fiesta en la piscina. Ajeno a lo que se venía, el joven llamó al timbre y su supuesto amigo lo recibió como si nada. En cuanto cruzó el umbral de la puerta, dos individuos, uno de ellos equipado con un EPI, se abalanzaron sobre el sirio. A partir de ahí, el horror.
Entre los tres, en medio de una ristra de golpes, lograron amarrar a la víctima con bridas. El joven empresario, sin poder defenderse, sufrió distintas formas de tortura, como martillazos en una rodilla o el aplastamiento de una oreja con alicates, y amenazas de muerte que no cesaron durante horas. Con una pistola directamente apoyada en la sien, no dejaron de repetirle que lo matarían a tiros si no les facilitaba las claves de una cartera con 50 bitcoins.
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