Gerardo Lucas: De cómo CAP traicionó a AD, y la ulterior venganza

Gerardo Lucas: De cómo CAP traicionó a AD, y la ulterior venganza

En historia tenemos datos y la interpretación de esos datos. En este capítulo de la historia del país al cual nos referiremos, los datos son innegables, las interpretaciones varias. Veamos.

Para alcanzar la candidatura a la presidencia de la república en Acción Democrática, el aspirante debía contar, inexorablemente,  con el respaldo del poderoso “Buró Sindical”. Sucedió así con Raúl Leoni, que había ejercido la cartera del Trabajo. Carlos Andrés Pérez logró llegar al gobierno, por primera vez, gracias al respaldo del Buró Sindical, además del Agrícola, que también tenía cierto peso en aquel momento, no obstante,  la férrea oposición que le hizo Rómulo Betancourt a su candidatura, quien favorecía la de Luis Piñerúa.

El apoyo de la fracción sindical no salía barato. Prácticamente, todas las medidas económicas tomadas durante el primer año de gobierno de CAP (1974), fueron en pago del favor recibido: Aumento general de salarios, Ampliación del salario mínimo al sector rural, Congelamiento de Precios -severamente implementado-, Antigüedad y Cesantía como Derechos Adquiridos, Ley de Despidos Injustificados, Ley de Protección al Consumidor, Directores Laborales en las empresas del Estado, recursos para el Banco de los Trabajadores y Fideicomisos Individuales para las Prestaciones Sociales.





Con ocasión de su segunda candidatura, la del “Gocho para el 88”, vuelve a tener el apoyo del sector sindical del partido, en oposición al Lusinchismo y la ortodoxia de Alfaro Ucero. El profesor Héctor Valecillos afirma que movilizaron más de 60.000 dirigentes sindicales en todo el país para hacer campaña. Y, de acuerdo con el precedente de 1974, esperaban, a cambio, una amplia recompensa.

La traición 

Mientras que en el seno de AD, coordinada por la Fracción de Profesionales y Técnicos, preparaban el Plan de gobierno de Pérez, a sus espaldas, CAP adelantaba su verdadero Plan de gobierno dirigido por Pedro Tinoco, con apoyo de Miguel Rodríguez y Pedro Rosas Bravo, entonces Jefe de Estudios del BCV, documento que elaboraron en el Escritorio Tinoco, siguiendo los lineamientos del Fondo Monetario Internacional y del Consenso de Washington.

Una vez en el poder, y luego de la “Coronación”, como se llamó en su momento a la toma de posesión del presidente Pérez, acto que contó con la presencia de más de 20 Jefes de Estado, para regocijo del nuevo paladín, se hizo evidente, ante lo inminente de la firma del Acuerdo con el FMI, que el verdadero plan de gobierno era el Plan Tinoco, quedaban los adecos con los crespos hechos.

La venganza 

No tardó en iniciarse la venganza. Por una parte, comenzó una guerra intestina entre Alfaro y Pérez. Alfaro oponiéndose a las medidas en el Congreso y la calle, y Pérez quitándole las prebendas económicas que el partido del gobierno recibía tradicionalmente. Por ejemplo, descubrieron que había más de 7.000 cargos inexistentes en la nómina del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, que cobraban adecos que tenían dos o más cargos. Por otra parte, sucedieron una serie de acontecimientos catastróficos para el gobierno: la caída del poder adquisitivo de los trabajadores por la devaluación abrupta de la moneda; el Caracazo, relacionado con el aumento de la gasolina; luego el golpe del “innombrable” que socavó considerablemente su gestión; todas estas acciones debilitaron políticamente a Pérez, quien se quedó, al tercer año de su mandato, sin piso político.

La conjura 

En este contexto, comenzó la conjura para sacar a Pérez de la Presidencia. Los líderes fueron el dueto Alfaro-Caldera, quienes cogobernarían en el segundo gobierno de Caldera. Se unieron los partidos políticos AD, Copei, Mas, Causa R y otros; los Medios de comunicación; los Notables, liderados por Uslar Pietri y otros factores de opinión. Al final, el Senado separa a Pérez de la presidencia en un juicio sobre la “Partida Secreta”, que a la postre, resultó estar plagado de irregularidades y no logró comprobar el delito. Al final, hasta la Iglesia se unió a la celebración, probablemente los empresarios fueron los que guardaron más distancia. Defenestrado Pérez, y cumplida la venganza, comienza el interinato del gobierno de Ramon J. Velázquez.

Las narrativas 

Si los hechos son hechos, las interpretaciones son varias. La primera, es la narrativa oficial del gobierno de Pérez, la cual es aproximadamente así: Pérez después de su primer gobierno viaja por el mundo como vicepresidente de la Internacional Socialista y amplía sus conocimientos en sus tratos con Willy Brandt y Felipe González, y luego, en sus conversaciones con Miguelito Rodríguez, termina convencido de que tiene que reparar los errores estatistas de su primer gobierno, con un nuevo gobierno dedicado a la modernización. Acepta las recomendaciones de FMI, que criticó durante su campaña electoral, e incorpora a los IESA Boys, intelectuales modernos, liberales, honestos y progresistas, distanciándose de la vieja burocracia adeca. Sus enemigos de AD y los beneficiarios del Pacto de Punto Fijo, al verse afectados por sus reformas, deciden desplazarlo y lo logran. 

La otra interpretación de los hechos es más sínica y menos romántica. Pérez un político valiente, ambicioso, carismático y con una alta valorización de si mismo y su puesto en la historia, decide competir para una segunda presidencia. Tiene el apoyo de su grupo económico liderado por Pedro Tinoco y los “doce apóstoles” y se gana el apoyo, nuevamente, del Buró Sindical de AD, que ya lo había apoyado en su primer gobierno, del cual salió ampliamente favorecido. Sabiendo que su mandato comenzaría quebrado y sin espacio para moverse, debido a la deuda adquirida por el gobierno de Lusinchi, durante los dos últimos años, que le sirvió para crear una sensación de prosperidad; además de la deuda de la nación, tenía la deuda, impagable, de los empresarios por las Cartas de Crédito, Pérez necesita de manera apremiante dinero. El único que lo tiene es el Fondo Monetario Internacional, al que contacta tempranamente, y crea un equipo de gobierno con los IESA Boys, que serviría para mejorar su imagen y darle credibilidad frente al FMI, el Banco Mundial y al gobierno norteamericano, con George Bush, amigo de sus aliados, los Cisneros. El costo de la jugada, pasaba por hacer a un lado a sus compañeros de vida, sus compañeros de AD y decide correr con el riesgo, convencido de que, con su habilidad superior, prestigio y experiencia, vencería los obstáculos que se le vendrían encima. No fue así, perdió popularidad, respaldos y salió del gobierno.

¿Cuál versión o combinación de versiones, le convence?

Economista/ Master en Finanzas/Historiador.

https://gerardolucas.wordpress.com/