Olvidó su equipaje en el mostrador de aerolínea en Nueva Orleans y no pudo creer lo que hicieron con él (VIDEO)

El pasajero había olvidado su valija de mano en el mostrador. KCAL News/YouTube

 

Un pasajero evidenció cómo la trabajadora de una aerolínea le robaba parte de sus pertenencias y se deshacía del resto de su equipaje de mano. El pasado 19 de febrero, el hombre olvidó su valija en el mostrador de la compañía del Aeropuerto Internacional Louis Armstrong, en Nueva Orleans. Cuando volvió, ya no la encontró. Por eso, decidió pedir que se revisaran las cámaras y fue testigo de la alevosa actitud de la miembro del personal por la que ahora exige una explicación.

Por La Nación 





De acuerdo con KCAL News, el cliente, identificado como Keyonne Brooks, se había acercado al mostrador de la aerolínea antes de volar a su casa en Los Ángeles tras asistir a un funeral. Fue ahí donde dejó su valija. Al llegar a su destino, presentó un reclamo a objetos perdidos, pero cuando vio que sus artículos no aparecían, hizo una solicitud de registros públicos para obtener las imágenes de la puerta de embarque. “Tenía el presentimiento de que algo había salido mal”, expresó Brooks.

En el video difundido por el medio se exhibe el momento en el que el pasajero tenía una discusión con uno de los agentes justo antes de partir en su vuelo de Spirit Airlines. Después del intercambio de palabras, se olvidaba de sus pertenencias. El clip también exhibió a varias trabajadoras de la aerolínea mientras revisaban el equipaje de mano. Al principio, una de las empleadas llevó el bolso a los asientos de espera y después fue al contenedor de basura para deshacerse de algunos artículos mientras conservaba los de valor. Sus compañeras también se acercaron e incluso una de ellas la grabó.

Según la declaración de la víctima, tenía medicamentos, joyas y cristales. “Me di cuenta de que metía algunas cosas en su bolsillo”, aseguró. “Se me hundió el corazón porque, por ejemplo, había una reliquia familiar allí. Si no encuentran la bolsa de basura con mis cosas, nunca los recuperaré”.

Lea más en La Nación