Personas con “superneuronas”: ¿por qué hay cerebros que desafían el paso del tiempo?

Personas con “superneuronas”: ¿por qué hay cerebros que desafían el paso del tiempo?

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La eterna juventud -junto a la vitalidad y la agudeza intelectual asociadas a un cerebro joven- es un deseo universal que se ha materializado en conceptos recurrentes como el Santo Grial o la piedra filosofal.

Por BBC Mundo

Más allá de este anhelo humano, la existencia de los llamados “superancianos” representa un desafío y una oportunidad para comprender la raíz de la salud cerebral y el envejecimiento sano.

Octogenarios con cerebros de cincuentones

Los superancianos son personas de más de 80 años que conservan características físicas y cognitivas de un adulto entre 20 y 30 años más joven. ¿Qué los hace tan resistentes al deterioro cerebral?

Recientes investigaciones nos han revelado nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares y celulares que podrían estar implicados en el proceso inevitable e irreversible del envejecimiento.

Profundizar en los mecanismos genéticos de la longevidad y su manifestación en los organismos (fenotipo) ha permitido poner el foco en los hábitos de vida (alimentación, ejercicio, actividad cognitiva, etc.) como factores clave que inclinan la balanza hacia un envejecimiento saludable o patológico. El fenómeno que nos permite modificar nuestro destino genético es la epigenética.

 

Estudios han comprobado que es falso que el cerebro pierde la capacidad de regenerarse con el envejecimiento.

 

Los mecanismos epigenéticos son modificaciones químicas en el ADN que se producen por cambios en el ambiente (físicos o cognitivos) y que modulan la expresión de nuestros genes.

De manera que nuestro supuesto destino en forma de información genética puede ser reescrito -igual que puntuamos un texto- por las acciones de nuestra vida diaria. Y, además, pueden ser heredados por nuestros descendientes. Pero vamos a ver qué le pasa a nuestro cerebro a lo largo de la vida.

Un órgano de maduración lenta

A diferencia de otras especies, el cerebro humano aún debe desarrollarse después del nacimiento. Se trata de un proceso lento, que empieza en la concepción y no cesa hasta la muerte, aunque alcanza su madurez aproximadamente entre los 20 y los 24 años.

Como sabemos, nuestro órgano pensante está formado por neuronas conectadas entre sí y otras células nerviosas que le sirven de soporte y defensa (los astrocitos y la microglía).

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