Aún no deciden; y podrán convertirse en prófugos, por @ArmandoMartini

Aún no deciden; y podrán convertirse en prófugos, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Con extraña sin razón prefieren el silencio sobre el calendario de trabajo. No obstante, forzados por la realidad, elegirán entre el cronograma, o ser prófugos del rechazo. Conversan confusión, practicando ambigüedad sin definir, con la intención de estafar la voluntad ciudadana, cuando expresan sin rubor ni pudor, ¡cuando llegue el momento adecuado veremos!

En sus hombros cargan el pesado descrédito de sus mandantes, que se enfrentan repugnantes por el botín que arrebataron. Venezuela conoce a los ladrones de lingotes, que, por lo pronto, podrán disfrutar. Sin embargo, en breve descubrirán más inmundicia. 

De no cambiar, sus acciones serán un fiasco y fracasarán una vez más; de allí, lo incomprensible, sin explicación inteligente, sufren de un esguince intelectual, al evadir diligencias, dejándose sorprender por confesiones de asociados, que aseguran intenciones sobre el perjudicial consenso y la nociva colaboración del CNE. Lo misterioso, es que esperan entregados, la respuesta de quienes certifican representar la neutralidad del árbitro, cuando en realidad, son infiltrados. El Poder Electoral es obediente y revolucionario.





La luxación mental es indiscutible, y los únicos que pueden dispersar dudas, son quienes tienen compromiso y adeudo. Existen códigos éticos, morales y de buenas costumbres. Por ello, tan desafiante la responsabilidad. Si no se recupera la dignidad e independencia, estarán asegurando un lugar privilegiado en el averno que prepara la ciudadanía. Nunca olvidará burla, atropello, o traición; aún arrepintiéndose, en su postremo gemido de vida. Siempre serán recordados con desprecio.

Prófugos han existido como la civilización humana. Hálito misterioso que ha llevado a varios por escenarios insospechados como los de Hollywood, inmortalizando historias como las de Bonnie and Clyde, y muchas más. Personajes que se distinguen por hábiles, audaces y carismáticos, con el cual, el público empatiza, cautivado por una suerte de síndrome de Estocolmo colectivo. Otros, conocidos por su torpeza, antipatía y limitadas habilidades, terminan viviendo una vida tan impresionante como la de sus homólogos inteligentes y simpáticos. ¿Por qué? Podría ser que alguien necesite mantener al fugitivo tan libre y seguro como a sí mismo, puesto que tendría evidencia de fechorías, que, si trascienden, pondría a ese alguien, en prisión, acompañado de familiares y colaboradores, dando al traste con aspiraciones político electorales.

Venezuela pregunta ¿Qué tanto atrae la primaria? Nada, a menos que se organice con excelencia, transparencia, imparcialidad, sufragio en el exterior sin obstáculo y ninguna participación del CNE. Sólo así, se garantiza un rotundo éxito. Pero encojonados, se empeñan, tercos y obtusos en colocarse en una posición difícil; con la estrategia de siempre, hacer todo a último momento, para favorecer el amiguismo, que ordena incumplir el deseo ciudadano para la designación de genuinos representantes. Pero, sin autonomía ni libertad para realizar su tarea, se manejan al vaivén de la política. El proceso esta politizado, lleno de temores; y el costo del infame consenso no tendrá beneficio, será repudiado y rechazado por la ciudadanía. 

Abundan movimientos políticos fundados, financiados y luego puestos en alquiler por delincuentes, sentenciados o fugitivos. Resucitados por la justicia electoral, montados gracias a coimas y pactos convenientes. Creados por sujetos metidos en corrupción, solicitados por un precio, buscados por la justicia, o requeridos como individuos de interés. Y, por si fuera poco, desfachatados, cínicos e insolentes, abrigan en sus filas a violadores de los Derechos Humanos, promotores de la destrucción del sistema democrático y las libertades. 

Se advierten los riesgos de “judicializar” a la política. Pero más grave, es la contaminación de la política por la infracción, el quebrantamiento y, sobre todo, la indiferencia o resignación que se ha apoderado de la dirigencia frente a este fenómeno, que poco a poco, acepta como normal e inevitable.

En Venezuela el asalto a las arcas fiscales se lo toma casi deportivamente. Llegan a un cargo, roban desaforados, amasan fortuna que ubican en testaferros; y si son enjuiciados, sentenciados, la pena de cárcel es cómoda e insignificante, y entrando, tramitan atenuantes para salir con pretexto sin haber cumplido la sanción en su integridad. 

Cómo será de inmundo el lodazal, que aspirantes prometen impunidad, cacarean indultos a individuos convictos por la justicia; a prófugos que se regocijan placenteros luego de dirigir una banda de mafiosos, a sujetos que llegaron a las altas dignidades públicas, abusando de la confianza y esperanza ciudadana, complicando generaciones.

Sin engaño ni excusa, lo sensato es que se publique el cronograma sin demora, para que la asistencia masiva de mayorías legitime el liderazgo.

@ArmandoMartini