El verdadero origen del horóscopo, explicado por un astrofísico “infiltrado”

Ofiuco, con sus serpientes, representa el renacimiento (Pixabay)

 

 

 





Volvió a ocurrir. Cada cierto tiempo, circula el bulo de que hay una nueva lista de signos del zodiaco. A los 12 que conocemos, se sumaría Ofiuco, el domador de serpientes, una constelación ubicada entre Escorpio y Sagitario, con sus propias fechas, entre el 29 de noviembre y el 17 diciembre, lo que a su vez hace que se muevan las del resto. Sin embargo, esta patraña nunca se había hecho tan viral como hasta hace unos días, cuando las redes sociales se hicieron eco de que este cambio entraba en vigor el pasado 1 de enero.

Por El Confidencial

Gran parte del revuelo tiene que ver con la difusión que han hecho algunos famosos, especialmente Ibai Llanos: ”He empezado el 2023 siendo Piscis, menudo año de mierda”, comentó en Twitter. La cantante Edurne se sumó: ”Pero qué me estás contando… ¿que ahora de repente soy Sagitario? No, no , no, soy y seré Capricornio siempre”. Hasta la astróloga más famosa de la televisión española, Esperanza Gracia, se dio por aludida.

Quizá ninguno de ellos sabía que, aparte de mentira, es un rumor recurrente que involucra falsamente a la NASA, a pesar de que la agencia espacial no llegó a desmentir en 2020. Paradójicamente, su origen podría estar en la astrónoma y escritora británica Jacqueline Mitton, que en 1995 señaló la existencia de la constelación Ofiuco para denunciar que la astrología, en realidad, es una mentira, ya que se inventa un cielo inexistente para quedarse con solo 12 signos del zodiaco, dejando fuera artificialmente a este domador de serpientes.

En cualquier caso, todo esto ha llevado a muchos a preguntarse de dónde sale de verdad esta pseudociencia, cómo se escriben los horóscopos que supuestamente predicen las mismas vicisitudes para todos los nacidos en fechas próximas, en qué están basadas las cartas astrales que aparentemente definen nuestra personalidad y nuestro futuro en el momento en que llegamos al mundo, y por qué la gente sigue creyendo —o al menos hablando de ello como si creyera— que los astros tienen algún tipo de influencia en nuestras vidas en función de cuándo hayamos nacido.

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