Creador de los primeros bebés modificados genéticamente regresa a la ciencia tras salir de prisión

Creador de los primeros bebés modificados genéticamente regresa a la ciencia tras salir de prisión

Archivo. (Foto AP / Mark Schiefelbein/archivo)

 

He Jiankui, el científico que creó los primeros bebés modificados genéticamente en uno de los experimentos más delirantes y peligrosos de la historia, ha salido de la cárcel y quiere volver a la ciencia para curar enfermedades genéticas en niños y adultos. Así lo ha confirmado el propio He a EL PAÍS en varios correos electrónicos, pues no quiere ofrecer entrevistas en persona. La mayoría de los expertos internacionales consultados por este diario, incluido un premio Nobel, ven la vuelta de He con auténtico terror. Sus actos, considera Kiran Musunuru, experto en edición genética, “son tan graves como los crímenes de guerra cometidos por los médicos nazis durante la II Guerra Mundial”.

Por: El País

En noviembre de 2018, este biofísico de 38 años formado en China y EE UU anunció el nacimiento de dos gemelas apodadas Lulu y Nana. Eran los primeros seres humanos cuyo genoma había sido editado, para lo que usó la herramienta CRISPR. La intención declarada de He era modificar el gen CCR5 para conferirles resistencia al virus del sida, pues los padres de las niñas estaban infectados. El anuncio fue recibido con alborozo por las autoridades chinas en un primer momento, pero después se supo que los experimentos habían violado las normativas éticas y médicas más básicas.

Más tarde se supo que He era consciente de que el genoma de los embriones contenía errores indeseados, pero aun así siguió con el procedimiento para lograr un embarazo por fecundación in vitro. Desde entonces, la identidad, el paradero y el estado de salud de las dos gemelas y el de una tercera niña que nació de otra pareja en 2019 son uno de los secretos mejor guardados de China. Proteger su identidad es crucial por el impacto brutal que podría tener para ellas ser identificadas: son las tres únicas representantes de una nueva estirpe humana cuyo genoma ha sido reescrito sin que se sepa qué consecuencias tiene para su salud y su futuro.

Puedes leer la nota completa en El País

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