Las patadas de ahogado de Alex Saab para desestimar sus cargos penales en EEUU

Fotografía de archivo de un dibujo del rostro del empresario colombiano Álex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro, en una calle de Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez

 

 

Los abogados del aliado clave de Nicolás Maduro han presentado una nueva moción para desestimar los cargos federales de lavado de dinero, argumentando de nuevo que fue detenido ilegalmente por órdenes de Estados Unidos mientras viajaba como diplomático a Irán.





Por Joshua Goodman | The Associated Press

Traducción libre del inglés por lapatilla.com

Su segunda moción de desestimación, presentada a última hora del lunes en el tribunal federal de Miami, repite muchos de los argumentos planteados anteriormente por Alex Saab inmediatamente después de su detención en junio de 2020 en Cabo Verde por una orden de Estados Unidos.

Pero contiene nuevas pruebas -incluyendo una foto nunca antes vista del supuesto pasaporte diplomático de Saab- que, según sus abogados, demuestran sin lugar a dudas que estaba en misión diplomática cuando fue detenido.

En su moción, los abogados de Saab argumentan: “Los hechos demuestran inequívocamente que el Sr. Saab era un enviado especial a Irán en nombre de Venezuela, y la única cuestión que queda por resolver es jurídica, no fáctica, a saber: ¿Tenía el Sr. Saab derecho a la inmunidad diplomática cuando viajaba a Irán? La respuesta a esta pregunta es indiscutiblemente “sí””.

Los fiscales han impugnado la defensa de la inmunidad diplomática de Saab, presentando al empresario de origen colombiano como un hombre de bolsa para Maduro que se benefició de los contratos estatales en un momento de hambre generalizada en el país sudamericano. Se espera que la cuestión se discuta ante el juez Robert Scola en una audiencia prevista para diciembre.

El arresto de Saab fue promocionado por el gobierno de Trump como un logro importante en su campaña para desbancar a Maduro tras su reelección en una votación de 2018 empañada por acusaciones de fraude.

Saab surgió como un arreglador para el socialista Maduro, negociando importantes acuerdos comerciales con sus aliados Irán, Rusia y Turquía, mientras Estados Unidos golpeaba con aplastantes sanciones petroleras a la nación de la OPEP.

Saab, de 50 años, está acusado de pagar sobornos para desviar 350 millones de dólares de contratos estatales venezolanos para construir viviendas públicas. Se enfrenta a un único cargo de conspiración para cometer blanqueo de capitales, castigado con hasta 20 años de prisión.

Entre las más de 40 pruebas presentadas junto con la nueva moción hay fotos de Saab reuniéndose con funcionarios iraníes en una visita anterior a la República Islámica. También hay numerosas notas diplomáticas enviadas por los gobiernos de Irán y Venezuela -ambos sometidos a sanciones estadounidenses- a las autoridades de Cabo Verde que acreditan su supuesto estatus diplomático.

Entre esas pruebas hay también una foto de un pasaporte diplomático venezolano que identifica a Saab como “enviado especial”. El pasaporte muestra una fecha de emisión de marzo de 2019, casi un año después de que el régimen chavista diga que fue nombrado para el puesto diplomático.

Sin embargo, su caducidad aparece como tres meses antes de los viajes de Saab y parece que no estaba con él en el momento de su detención.

Tampoco se menciona el pasaporte diplomático en una carta de protesta por su detención enviada por el entonces diplomático chavista, Jorge Arreaza, a Cabo Verde. En su lugar, Arreaza se refirió a Saab sólo como “agente del gobierno” y lo identificó con un pasaporte venezolano normal con un número diferente.

Los abogados de Saab argumentan que sólo a un diplomático que trabaja en nombre del gobierno de Venezuela se le habría confiado la delicada misión de viajar a Irán y negociar acuerdos comerciales estratégicos.

Señalan una serie de documentos que Saab supuestamente llevaba en el momento de su detención, incluyendo una carta de Maduro al líder supremo de Irán y la autorización del banco central venezolano para exportar 80 lingotes de oro por valor de 53 millones de dólares que pretendía utilizar para comprar combustible muy necesario de Irán.

“La misión diplomática y humanitaria del Sr. Saab sigue interrumpida”, sostienen los abogados.