Proyecto “Zonas Libres de Violencia” en Apure fomenta la recuperación de espacios públicos en las comunidades

Proyecto “Zonas Libres de Violencia” en Apure fomenta la recuperación de espacios públicos en las comunidades

 

 

 





El proyecto piloto y motivacional denominado “Zonas Libres de Violencia”, fue creado en enero de 2022, con la finalidad de fomentar la corresponsabilidad en las comunidades de los siete municipios de la entidad llanera. La iniciativa, integrada por 22 colaboradores, está centrada en enaltecer los puntos de encuentros y en el acondicionamiento de canchas o plazas y entrega de material deportivo.

María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com

El diputado del Consejo Legislativo de Apure y coordinador de este proyecto, Aurelio Guerra, informó sobre la recuperación de ocho canchas deportivas en los municipios José Antonio Páez, Rómulo Gallegos, San Fernando, Biruaca y Pedro Camejo en Apure, gracias a los líderes comunitarios pertenecientes a su equipo de trabajo.

Los líderes de las comunidades planifican jornadas de limpieza en canchas y plazas, así como los cables necesarios para garantizar la iluminación en el espacio público. Los ayudamos con material deportivo y finalmente organizamos competencias que les permiten a los vecinos de las comunidades interactuar y resguardar el espacio recuperado”, agregó Guerra.

Al finalizar la época de lluvias, la coordinación del Proyecto Piloto “Zonas Libres de Violencia” tiene planteado pintar las canchas existentes en las ocho comunidades alcanzadas durante este año, en aras de empoderar a la población.

Hay mucho trabajo por hacer, hay mucha conciencia que arraigar, porque hemos perdido muchos valores en el transcurso de todos estos años. Esos valores hay que recuperarlos desde ya. No hay que esperar un cambio de gobierno ni de perspectivas, sino más bien hay que comenzar a construir desde lo que se tiene”, destacó el diputado.

Proyecto “Zonas Libres de Violencia” en Apure fomenta la recuperación de espacios públicos en las comunidades

 

 

 

 

 

Tienen previsto durante este año, impulsar el desarrollo de talleres formativos en los sectores populares para enseñarle a los participantes un oficio (peluquería, herrería y soldadura), lo cual les permitirá percibir recursos económicos, en medio de la crisis que se vive en Venezuela.

A través de pequeños pasos se pueden construir proyectos más grandes. La comunidad organizada de La Esperanza se ha convertido en un punto de encuentro para los pobladores, seguidores del Cristianismo, los deportistas y los cultores, porque ahora el sector cuenta con iluminación, gracias a nuestra gestión y al cuidado de los moradores. Actualmente, se siente la integración comunitaria,”, expresó el legislador.

Para Guerra, cada comunidad posee su magia o personalidad propia, a la hora de garantizar el cuidado de los espacios y de integrarse y empoderarse.

Si perdemos la fe, perdemos todo. A Venezuela le falta mucha motivación, más acción, menos discurso, más recuperación de espacios, más integración comunitaria, porque en la actualidad existe un divorcio entre la política y los temas de índole comunitario. Muchas palabras, poca acción, muchas mentiras. Llevamos muchos años tratando de construir un sueño, que a veces nos quedamos a medias y estamos en deuda, pero las personas no perdonan”, advirtió.

Guerra cree que es momento de recalibrar y cambiar la política para idear las estrategias necesarias que permitan fomentar el bien.

“Tenemos 20 años fracasando con el mismo accionar. Hay que hacer las cosas distintas, hay que colocar como motor principal y piloto a las comunidades, donde existe un liderazgo extraordinario en todos los ámbitos, incluyendo el religioso y cultural enfocado en salir adelante”, manifestó.

Guerra quiere ofrecer una gestión de calle y no de oficina dentro del Consejo Legislativo, porque está consciente de las necesidades y de un cambio político. Confiesa que a pesar de las limitaciones económicas, este proyecto espera llegar a los siete municipios del estado Apure.

A veces se nos cierra una puerta, saltamos el muro y continuamos, porque vale la pena cada sacrificio que hacemos, así como lo hicieron nuestros antepasados para conseguir la independencia. Uno de los grandes retos que tenemos es recuperar la esperanza”, finalizó.