La mujer psicópata que se hizo pasar por niña indefensa e inspiró “La huérfana”

La mujer psicópata que se hizo pasar por niña indefensa e inspiró “La huérfana”

Este año saldrá la segunda parte de la película basada en este hecho real. FOTO: Dark Castle Entertainment / iStock

 

Si la maldad tuviese límites, sin duda, Barbora Skrlová los habría cruzado todos. Su tierno rostro, sus singulares trenzas y sus coloridos atuendos ya no engañan a nadie, pero lo hicieron durante mucho tiempo.

Por eltiempo.com





En la mente de los policías aún retumba el llanto descontrolado de una pequeña niña asustada y angustiada que clamaba por ayuda. En aquella jaula con el piso frío y húmedo denunciaba haber sido víctima, junto con dos niños más, de brutales abusos por parte de su madre y su tía.

Otra hubiese sido la historia si ‘Anika’, como se identificó para ese entonces la indefensa niña, hubiese estado diciendo la verdad. Tal vez no existiría una de las más macabras y aterradoras películas de terror de todos los tiempos. Eso, hasta el momento, es lo único que se le puede agradecer a Barbora Skrlova, una psicópata que de niña tenía poco y de perversa, mucho.

Esta mujer checoslovaca de 33 años se encargó de sembrar el terror entre la comunidad al tiempo que demostró al mundo que la maldad a veces se esconde en lugares y, sobre todo, en personas insospechadas. A día de hoy, su rostro es la viva encarnación de la perversidad y la crueldad.

 

¿Quién es Barbora Skrlová?

Tanto sus crímenes como su vida familiar resultan un misterio para las millones de personas que le han seguido la pista. Nacida en la década de los años 70 en la entonces República de Checoslovaquia, los trastornos psiquiátricos de Barbora se dejaron ver desde su infancia y adolescencia.

El hipopituitarismo fue, precisamente, una de las primeras condiciones que le fueron diagnosticadas. Esta afección, que perjudica a la hipófisis, fue la responsable de que Skrlová pudiese hacerse pasar por una niña de 13 años para manipular a diestra y siniestra. Era su más preciada fachada para mantenerse en las sombras de la criminalidad.

Sin embargo, detrás de ese rostro de tierna niña se escondían aún más secretos de los que cualquiera pudiese imaginar. Trastorno de identidad múltiple junto con rasgos psicopáticos, esquizofrénicos y violentos eran la mezcla perfecta de una potencial torturadora y caníbal. Era sólo cuestión de tiempo para que Barbora llevara a la luz su verdadera identidad.

A diferencia de lo que todos podrían pensar, Barbora convirtió sus debilidades en sus mayores armas contra quienes pretendían detener sus siniestros planes. Era tan camaleónica como manipuladora que su lugar en el mundo se lo fue abriendo ella misma mientras dejaba a su paso innumerables víctimas. Cuando llegó a la adolescencia ya era toda una profesional del intrincado arte de engañar.

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