“Mamá, me muero”: a niña de 13 años le dieron al menos cinco puñaladas para robarle el celular

“Mamá, me muero”: a niña de 13 años le dieron al menos cinco puñaladas para robarle el celular

Foto: Lucia Merle

 

Una niña de 13 años fue apuñalada en Florencio Varela, en Argentina, cuando dos delincuentes aprovecharon que se alejó de su madre y la atacaron para robarle el celular. Fue este lunes, cuando la adolescente se dirigía a la escuela.

Por: Clarín





Gisele, la niña que se convirtió en víctima, iba a tomar el tren en la estación Varela. Antes de llegar, se alejó unos 20 metros de su mamá. Esa fue la oportunidad para asaltarla. Forcejeó con uno de los hombres y resultó con múltiples cortes y puntazos, aunque superficiales y ya está fuera de peligro.

“Ella toma el tren para ir a la escuela Técnica Número 2. Salimos 6:45 de casa. íbamos caminando y ella se fue corriendo algunos metros adelante mío, dobló en la esquina y ahí escuché los gritos”, dijo Daysi Castillo a Clarín.

El ataque fue en el barrio Villa Argentina. Su casa está ubicada en la calle 532 A entre las intersecciones de 527 y 529. Es una zona muy poco iluminada. Según el relato de la madre, la niña empezó a correr para no perder el tren. En esa falta de luz, los delincuentes se acercaron.

Al escuchar los gritos de auxilio, Daysi corrió desesperada y encontró a su hija sangrando. “Me decía: ‘mamá, me muero’”, contó, antes de desmayarse.

“Después nos ayudó un vecino”, agregó. Cargaron a la niña y la llevaron al hospital. “La atendieron, le suturaron la cara, las rodillas. Tiene cortes por todos lados”, se lamentó la mujer. De acuerdo al relato de Gisele, los ladrones la atacaron con “una cuchilla muy grande”.

La niña tiene heridas en el abdomen, en las rodillas y en la cara. Fueron en total unas cinco puñaladas.

La mujer no llegó a ver a los delincuentes, que escaparon tras robarle el teléfono celular a su hija. Según indicó la niña, quienes la agredieron eran dos personas jóvenes. Pasado el mediodía, no había detenidos.

El fiscal Hernán Bustos Rivas, a cargo de la investigación, dijo a Clarín que “se está patrullando la zona, trabajando con el Servicio de Calle y relevando las cámaras de seguridad de la estación de Varela”. Ambos atacantes tenían el barbijo bien colocado, lo que dificultaría su identificación.

Luego de suturar las heridas de Gisele, desde el hospital le indicaron que volviera a su casa para hacer reposo durante unos días. El viernes ya podría volver al colegio. Es que la niña quiere seguir estudiando, y estaba preocupada por los exámenes que tenía que rendir. Según contó la madre a este diario, amigas y familiares de la niña se acercaron a la casa a contenerla y brindarle apoyo.

“Mi niña está siempre preocupada de su tarea, nunca falta. Ahora ya preguntaba por la tarea. Pero tengo que llevarla el viernes por el mismo camino, ¿cómo hago?”, se preguntaba con desazón Castillo.

Según contaron los vecinos a TN, la del ataque es una zona muy peligrosa. A la propia Gisele le quisieron robar el miércoles pasado al mediodía, mientras se encontraba con amigas.

“Pedimos más seguridad. No hay respuesta, no hay policía. Tengo otro chiquito de dos años. Si me matan en el camino, ¿cómo sabe que me pasó algo?. Ya no podemos vivir así, tengo mucho miedo. No dormí nada, no sé donde puedo ir”, contó desesperada Castillo.

“Queremos más patrullaje. Esta calle es de tierra. Según la Municipalidad, está asfaltada. No tenemos nada. Nosotros colocamos las luces”, cuenta Rubén, padre de Gisele.

De acuerdo al relato, los vecinos del lugar han ido en varias ocasiones a la Municipalidad de Florencio Varela para reclamar mayor seguridad, pero no tuvieron respuesta.

Incluso la policía les dice que no puede hacer nada, ya que las patrullas no pueden entrar al barrio por el mal estado de las calles, todas rotas y poceadas.

“Pedimos un camino seguro para que puedan llegar al colegio nuestros chicos. Eso solo”, agregó Castillo.

La denuncia fue radicada en la comisaría 2da. de Florencio Varela, mientras que la causa judicial es llevada adelante por el fiscal Hernán Bustos Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Florencio Varela. Quedó bajo la carátula de “tentativa de homicidio seguido de robo”, ya que los autores del ataque lograron huir con el teléfono de la víctima.