Indígenas denuncian represión policial en campamento de desplazados en Bogotá

Indígenas denuncian represión policial en campamento de desplazados en Bogotá

Imagen Referencial/ ACOMPAÑA CRÓNICA: COLOMBIA VENEZUELA – AME1643. CÚCUTA (COLOMBIA), 16/10/2020.- Policías custodian los pasos ilegales para evitar el cruce de personas hacía Colombia desde Venezuela, el 15 de octubre de 2020, en Cúcuta (Colombia). La crisis de Venezuela, agravada por la escasez de gasolina, tiene al borde del colapso humanitario el principal paso fronterizo con Colombia donde a diario se mezclan miles de personas que quieren salir de la nación caribeña con los que buscan regresar empujados por la pobreza y la pandemia de la covid-19. EFE/ Mario Caicedo

 

La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) denunció este miércoles la represión del cuerpo antidisturbios de la policía colombiana en un campamento improvisado en el que viven cientos de aborígenes desplazados en Bogotá.

“Denunciamos la intervención del ESMAD [Escuadrón Móvil Antidisturbios] de la policía de Colombia quienes (…) reprimen con violencia y sin respeto por los DDHH a las familias del Pueblo Embera del Parque Nacional de Bogotá”, escribió la ONIC en Twitter, sin detallar los motivos de la operación policial.





El tuit de la ONIC está acompañado por un video en el que se ven personas respondiendo con piedras a las bombas aturdidoras lanzadas, aparentemente, por los uniformados.

Desde septiembre, alrededor de un millar de indígenas del pueblo Embera desplazados por la violencia acampan en toldos de plástico en el arbolado Parque Nacional de la capital colombiana.

La ONG pidió a los organismos de derechos humanos realizar una “intervención inmediata” para “proteger la vida e integridad de niños, mayores y mujeres en estado de embarazo” que viven allí.

El senador indígena Feliciano Valencia responsabilizó en la red social a la alcaldesa, Claudia López, “de la violencia causada por el ESMAD”.

Ninguna entidad oficial se ha pronunciado sobre las denuncias.

La presencia de los indígenas, que huyeron de sus territorios originales en los departamentos de Chocó y Risaralda debido a las amenazas de grupos armados, se ha convertido en un desafío para las autoridades de Bogotá.

A finales de enero, un grupo de comuneros linchó hasta la muerte al conductor de un camión que atropelló a una mujer embera y su bebé, ocasionando su deceso.

Un mes más tarde, la Alcaldía propuso trasladarlos hacia otro campamento a las afueras de la ciudad de ocho millones de habitantes o garantizar el regreso a sus comunidades, aunque algunos declinaron esas ofertas.

Según testimonios recabados por la AFP, los indígenas temen volver ante la intimidación de los hombres armados que ocupan sus territorios.

Las poblaciones originarias libran una disputa histórica por la tierra, son víctimas del racismo y blanco frecuente de grupos armados financiados por el narcotráfico. Según la ONIC, al menos 2.200 emberas han sido desplazados por la violencia.

AFP