Las cachazas del régimen: Miss Helicoide, por Juan Pablo García

Las cachazas del régimen: Miss Helicoide, por Juan Pablo García

Al mismo tiempo que corrió la noticia del Foro Penal, lo hizo otra de un amargo y morboso gusto oficialista. Hay contabilizados 238 presos políticos en el país, objetos de procesos judiciales irregulares y muchos de ellos hasta sin ninguna atención tribunalicia. Hay quienes tienen una incumplida boleta de excarcelación, o le ha sido diferida la audiencia correspondiente hasta el infinito, sin que haya jueces sancionados por esa tan deliberada negligencia que no tienen cara con la cual mirar a sus hijos aterrados por el progenitor capaz de ensañarte contra los inocentes. Huelgan los comentarios sobre las torturas.

Ese amargo y morboso gusto oficialista se hizo evidente en una emisión de Venezolana de Televisión, el canal que los chavistas y maduristas también le robaron a los venezolanos. En uno de los programas baratones del canal 8, promoviendo un concurso de belleza, se exhibió una representante de El Helicoide de acuerdo al reporte de Gabriel Bastidas, periodista venezolano (https://twitter.com/Gbastidas/status/1496483451750526991). Nunca se había visto algo semejante, pues, a la vez que se habla de 238 presos políticos, se burlan de ellos y de sus familiares, tratando de banalizarlos y de ridiculizarlos con una Miss Helicoide. Seguramente, la muchacha, muy joven, es inocente de tamaña manipulación, pero no dejan de asombrar hasta dónde llega la maldad de los accionistas, empleados y empleaduchos de la usurpación. Esto demuestra que no quieren ni a sus hijos al burlarse de la desgracia ajena, como si ellos tuvieran alguna garantía en la vida de que jamás serán juzgados por estas cosas.

Ya son numerosos esos accionistas, los que han hecho y hacen un realero inmenso con Nicolás Maduro (como los de la fiesta del tepuy Kusari), los empleados judiciales que se prestaron y prestan para encerrar a los inocentes, y los que trabajan por cuatro lochas para cachifearlos con ese trabajo tan sucio, que piensan tomar el camino hacia el extranjero. Los unos, multimillonarios que no saben que extravagancia más hacer, y esos jueces quetienen las cachazas de salir a escondidas de Venezuela y pedir asilo en cualquier país que les coma ese cuento chino. El resto son los cachifos a los que tampoco les alcanza las cuatro lochas que le dan por hacer ese trabajo sucio, como el presentador de televisión en cuestión.