Bloomberg Línea: Un millón de barriles, la realidad tras la cifra de producción en Pdvsa

Una instalación abandonada de PDVSA en los campos de petróleo Melones en El Tigre, Venezuela. Manaure Quintero

 

 

Tareck El Aissami hizo el anuncio en diciembre y Nicolás Maduro lo reiteró durante su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional de mayoría chavista en enero: Venezuela había logrado alcanzar el millón de barriles de petróleo diarios nuevamente, al cierre de 2021. La cifra, sin embargo, no era acorde con el promedio registrado por la OPEP y tampoco con las constantes denuncias por parte del Sindicato de Trabajadores en torno a la decadencia de la industria petrolera en el país.





Por Raylí Luján | Bloomberg Línea

De acuerdo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Venezuela, miembro fundador y en la presidencia de la Conferencia durante 2019, alcanzó una producción de crudo de 871.000 barriles diarios en diciembre, para un promedio de 636.000 barriles diarios en 2021, según comunicación directa, mientras fuentes secundarias registraron 681.000 en diciembre y 554.000 en el año

Para el experto petrolero, Rafael Quiroz, estos números, ya alejados del dato ofrecido por la administración chavista, que realmente refiere a solo dos días con niveles de producción por encima del millón de barriles diarios, obedecen al forzamiento máximo de las condiciones precarias en los pozos, para alcanzar una meta con el impulso agregado del condensado iraní.

Ese optimismo de la Pdvsa controlada por el chavismo es descartado por Quiroz al hacer referencia a la menor rentabilidad que se obtiene con la nafta iraní, a diferencia de la que puede lograrse en la mezcla con crudo liviano local.

No se trata entonces de que se dieron cambios estructurales idóneos para recuperar una capacidad de producción, que aunque mermada, no se había copado por falta de inversiones en taladros operativos, tecnología y mejores condiciones laborales y de seguridad industrial. No siendo así, es difícil prever que sea sostenible ese esfuerzo decembrino y la producción empiece a escalar hacia la meta de 2 MMB/D para 2022, que anunció Maduro en su alocución ante la Asamblea Nacional en los primeros días de enero”, explica el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en su análisis semanal.

Francisco Rodríguez, economista y director de Oil For Venezuela atribuye esta pequeña pero considerada recuperación a un proceso de adaptación a las sanciones económicas contra la administración de Nicolás Maduro. El experto explica a Bloomberg Línea que en el caso venezolano, se buscó eludir estas restricciones a través de otros socios comerciales, que estuviesen dispuestos a negociar, siendo Irán el primero en ese listado.

“Irán está dispuesto a entrar en este tipo de comercio y promover los insumos, el país busco entonces un socio de menor calidad y con insumos más costosos, pero que permite recuperar la producción, que no será total, pero sí desde los niveles más bajos y eso que vemos con los condensados de Irán es lo que se ve con los contratistas, que son de menor reconocimiento y menor capacidad técnica. Todo esto lo que quiere decir no es que el aumento no sea sostenible, sino que el aumento se da bajo condiciones más adversas y negativas, y a menores niveles de productividad que lo que el país podía hacer antes de las sanciones”, comenta Rodríguez.

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