Así lo advertimos en la plenaria del parlamento al iniciar el año 2020, a cielo abierto, porque ya había sido despojada la Asamblea Nacional de su hemiciclo, en Cumbres de Curumo. Entre incrédulos y sorprendidos los parlamentarios, el año pasado, tuvieron la información. La universidad sería militarizada, en aras de la unión cívico-militar. No aquella simbólica, postulada por Carlos Delgado Chalbaud, el asesinado que quería elecciones, la que llevó a unir el Paseo los Próceres con la Ciudad Universitaria de Caracas, hoy allanada nuevamente por la tiranía de manera poco velada. No. Militarizada de verdad. Aquí, después de la hora y 21 minutos puede verse el punto discutido en la Asamblea Nacional: https://www.youtube.com/watch?v=4FF9YCiDJMg
La Convención Colectiva Única impuesta este año a los universitarios por el régimen y su Federación ficticia no solo marca elementos económico-sociales que constituyen una burla laboral más, por las pocas verdades que contiene en la materia esencial de su tratamiento (como la tabla de “sueldos” aplicada este mes). También podemos verla repleta de falsedades repetidas como letanía en varias de las anteriores convenciones que han firmado y desconocido ellos mismos: viviendas, cobertura total de los problemas de salud, medicinas, seguro funerario pleno. Así como tantas otras sandeces a las que no me referiré en esta oportunidad, aunque no es mi idea dejarlas pasar de soslayo.
Con habilidad comunicacional que acostumbran, soltaron primero a la luz pública y a los interesados el “ajuste” de los sueldos y la cantidad de bonos (cobramos ahora literalmente más bonos que sueldo. Estamos bonificados, no pagados), para dejar colar tímidamente, durante este período vacacional todos los demás elementos. Los políticos. Aquellos que atienden netamente a la ideologización educativa que vienen proyectando e intentando tiempo atrás. Así, podemos ver su idea falaz e inconstitucional del Estado docente.Su idea, también inconstitucional y menos falaz de la educación socialista, de las universidades transformadas en empresas, o, sea, la desvirtuación de los objetivos para los que fueron creadas y para los que funcionan hasta ahora las universidades.
Entre los elementos peores de esta mofa de convención colectiva está la de militarizar a universidades y universitarios. Lo podemos ver ya estatuido y aprobado allí con todas sus letras como lo habíamos advertido, pues era la intención hace bastante más de un año atrás. Este documento elabora la idea de las Brigadas Universitarias Integrales. Con un interés claro: “la seguridad y protección de la Patria”. Esas lucidas brigadas universitarias estarán “bajo la dirección de la Comandancia General de la Milicia Nacional Bolivariana”. Se plantean juntarnos al componente más ridículo de la Fuerza Armada como “Cuerpos Combatientes de los Trabajadores Universitarios”. Tiene para ello un Módulo especialmente dedicado en el texto: El Módulo II.
Así, ahora veremos entrar de lleno las armas a la universidad, al integrarnos a la Fuerza Armada, según la Convención Colectiva. La avizorada destrucción de la institucionalidad universitaria se está concretando lenta pero seguramente. Antes como ahora es momento, mientras quede universidad, de oponernos a la consumación de estos bochornosos hechos y denunciarlos a rabiar dentro y fuera del país, en las instancias que puedan escucharnos y puedan materialmente ayudarnos a contener el arrollamiento definitivo de la universidad y la educación en Venezuela.