Parece que el aficionado ya ha encontrado un culpable de la marcha de Leo Messi en la plantilla. Su nombre: Antoine Griezmann. El jugador tuvo que oír como un grupo de unos diez aficionados le reprochaban con gritos e insultos su llegada a la Ciutat Esportiva. La verdad es que tampoco ayudó que el jugador se personara en el recinto deportivo con un Rolls Royce, lo que aumentó más la indignación del personal.
“¡Messi se va por tu culpa!” y “¡Mercenario!” fueron los reproches más repetidos, que se incrementaron incluso más a la salida del jugador de la Ciutat Esportiva.
Y es que no hay que olvidar que con la marcha de Messi, Griezmann se convierte en el jugador mejor pagado de la plantilla, con casi 35 millones de euros brutos por temporada.
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