Antonio Ledezma: Aparatos sanguinarios

Antonio Ledezma: Aparatos sanguinarios

En esta era de la sociedad digitalizada, nada queda oculto para quienes, simplemente, sepan manejar un aparatico que podrá activar, con sólo mover un dedo, y así se conectarán con la historia pasada, estarán, instantáneamente, al día de todo lo que acontece en cualquier lugar del mundo y le adelanten los proyectos planificados de cara al futuro.

Están las historias que dan cuenta de las acciones criminales de los aparatos de seguridad al servicio de diferentes tiranos en distintos años y continentes del planeta. Esos registros se encuentran en prolija obra escrita, con detalles, pero también de manera ligera en las redes sociales, especialmente en las bandejas de wikipedia.

Así tenemos, por ejemplo, que “El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (en ruso: ???????? ??????????? ?????????? ???, transliterado como Naródny komissariat vnútrennij del), abreviado como NKVD (????, según su acrónimo ruso), fue un departamento gubernamental soviético que manejó cierto número de asuntos internos de la Unión Soviética. El hombre cruel de ese aparato era Lavrenti Beria, de quien se dice que su solo nombre ya inspiraba terror entre sus compatriotas. Fue el jefe de la policía política de Stalin, el NKVD, durante 15 años, en los que la represión y el asesinato estaban a la orden del día. Dándose cuenta de que habían sido dejados con una fuerza de seguridad muy incapaz, la RSFSR creó una fuerza política secreta, la Cheká, guiada por Félix Dzerzhinski. A la organización se le atribuyó poder para llevar a cabo rápidos juicios extrajudiciales y ejecuciones, sí era necesario, para proteger a la revolución”.





Adolfo Hitler fue otro sanguinario que se valía de “Las SS, que se establecieron en 1925, como su guardia personal. Bajo el mandato de Heinrich Himmler entre 1929 y 1945, las SS pasaron de ser una pequeña formación paramilitar a convertirse en una de las más grandes y poderosas organizaciones dentro del Tercer Reich. La Gestapo fue creada por decreto el 26 de abril de 1933 en Alemania, partiendo de la organización que tenía la Policía Secreta Prusiana. La Gestapo fue, en su momento, la primera rama de la Policía Prusiana, conocida como «Departamento 1A de la Policía Estatal Prusiana»”.

El italiano Benito Mussolini alistó a miles de jóvenes en la organización conocida como Los camisas negras. La integración de este aparato se inspiró en el propósito de que fuera el instrumento de acción violenta por parte de su movimiento fascista. Sus métodos se hacían cada vez más violentos a medida que crecía el poder de Mussolini, y usaron la violencia, la intimidación y el asesinato contra sus oponentes políticos y sociales.

Tonton Macoute (Tonton macut, el hombre del saco en español) le dio apellido a su cachiporra represiva. Fue un aparato con rotulo de policía secreta y milicia personal del dictador haitiano François Duvalier (Papa Doc), terminó siendo una suerte de núcleos paramilitares incondicionales a su régimen.

Mientras tanto en la República Dominicana, el salvaje dictador Rafael Leonidas Trujillo, estableció El Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que representaba a su macabra policía secreta. Esta organización represiva aterrorizaba a la población con crímenes y torturas y tenía en su nómina a miles de agentes secretos diseminados en todo el país.

En Chile, La Dirección de Inteligencia Nacional, también conocida por su acrónimo DINA, fue la policía secreta de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

En Venezuela, en la década de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se montó La Dirección de Seguridad Nacional (DSN), aparato que por sus métodos implacables, era temido hasta por los mas valientes líderes que hacían resistencia al dictador. Su director fue Pedro Estrada, quien se hacía secundar por un equipo compuesto por los más feroces e inescrupulosos esbirros.

Actualmente, el tirano Nicolás Maduro, prosigue con los más ruines procedimientos de torturas que puso en acción su mentor Hugo Chávez Frías. Las atrocidades han sido de tal magnitud, que han dado lugar a un proceso que se adelanta en la Corte Penal Internacional. En ese juicio se sabrá de los responsables de las detenciones arbitrarias y torturas, de todo tipo, acometidas en los calabozos del SEBIN. También saldrán a la luz pública los nombres y apellidos de los torturadores que reían, a carcajadas, mientras masacraban a sus víctimas en los calabozos de La Tumba, en el Helicoide y en las mazmorras de la DIGCIM. Nada quedará oculto respecto a las ejecuciones extrajudiciales perpetradas por los agentes de la FAES, ni los pormenores de los operativos ejecutados por las fuerzas criminales camufladas en milicias, colectivos o presidiarios, supuestamente, arrepentidos de sus crimines.

@alcaldeledezma