Ángel Lombardi: Pensamiento liberal

Reducir el llamado liberalismo a una simple teoría política y económica es un error y a una ideología, más grave todavía. Es una importante doctrina de la sociedad y la cultura y cuyo referente principal es la libertad humana en todas sus dimensiones. Forma parte del proceso civilizatorio de la modernidad y post-modernidad y muy relacionado con los Derechos Humanos Universales.

La libertad y la democracia implican, de manera orgánica y eficiente, el desarrollo humano y la justicia social. El marxismo trató de negarlo y superarlo, intento fallido, después de un siglo de barbarie y fracaso del comunismo real que terminó en una ideología fanática e inhumana y redujo el marxismo a una frenética y oscurantista religión de culto a la personalidad y momias embalsamadas en la Plaza Roja de Moscú. Proyectos totalitarios negadores de libertad y humanidad y que terminó emparentándolo con el fascismo y el nazismo.

El liberalismo se nutre de la observación de la realidad emergente en los últimos 5 siglos en lo económico-social y político y las nuevas expectativas y demandas del individuo y la sociedad moderna.





El gran desarrollo de la tecno-ciencia, las nuevas necesidades y exigencias de la humanidad en evolución y la gran tradición filosófica de Occidente definen muy bien el marco histórico e intelectual del liberalismo y su gran fuerza gravitacional hacia el futuro.

En este cuadro bibliográfico, insertado al final del texto, hay una selección de autores y lecturas necesarias para estudiar el llamado liberalismo en sus diversas facetas y abordajes.

El pensamiento liberal es anti autoritario y anti dogmático por definición. Terminó convirtiéndose en el referente teórico más importante del Estado y el sistema económico-social y político de la democracia moderna y post-moderna.

La libertad humana es un valor absoluto solo limitado por la libertad del otro y los otros.

Implica una responsabilidad personal y comunitaria-colectiva que nos debe orientar hacia un mundo de menos desigualdades y mayor solidaridad y fraternidad. La palabra liberalismo en nuestras sociedades latinoamericanas fue “demonizada” por el marxismo lo que obliga a recuperarla, estudiándola.