Venezolanos con padecimientos de salud graves reclaman que se les venda gas

Venezolanos con padecimientos de salud graves reclaman que se les venda gas

Un grupo de personas participan este lunes en una manifestación frente al Hospital de Niños José Manuel de los Ríos, por falta de trasplantes y tratamientos médicos en Caracas (Venezuela). EFE/MIGUEL GUTIERREZ

 

Adultos mayores y personas con padecimientos de salud grave reclaman a las puertas de la empresa Emegas, se les venda el gas para sus hogares.

Freddy Omar Durán || LA NACIÓN





Mientras muchos esperan infinitamente por el gas, otros no se arman de tanta paciencia pues su condición de salud y su edad no se lo permiten.

Apelando a la orden oficial de por tales circunstancias recibir atención prioritaria, han acudido regularmente a la oficina de Emegas en la que lo único que se les ofrece por ahora son las mil y una explicaciones de porque esa oficina de la calle 16 con avenida García de Hevia o Quinta Avenida no acoge a los usuarios, que con antelación habían sido citados para presentar sus justificativos médicos

Así lo denunció Gonzalo Díaz, quien desde hace dos meses anda en tales trámites, y con carpeta en mano, hizo parte de una reunión informal a las afueras de la empresa este lunes, en la que la desesperación de muchos caldeó los ánimos, de quienes no se sintieron satisfechos con los motivos que se les daban.

Se ha alegado desinfección del lugar en prevención del covid-19, así como la incidencia de la enfermedad entre los empleados de la oficina, para que ese día no se atendieran a personas no solo con limitaciones propias para movilizarse, y que cuentan con un deficiente servicio de transporte. Al final la recepción de los justificativos médicos quedaron suspendidos, y con ellos la esperanza de hacerse un modo decente de vida, donde la alimentación es vital para sostener su salud.

En su desesperación los adultos mayores y personas con discapacidad también acuden a la planta de la avenida Libertador, la cual peligrosamente transitan, hasta que por fin después de tanta insistencia terminan siendo atendidos recibiendo la misma respuesta.

–Somos personas de la tercera edad -afirma Díaz- que en nuestra desesperación debemos superar nuestras propias limitaciones para movilizarnos hasta esos sitios, y no podemos pagar los miles de pesos que piden en el mercado negro para hacernos de una bombona. Se suponía que apenas se entregaban los informes, a los dos días te entregaban la bombona, pero ya unos llevamos dos meses, y otros cuatro meses y nada de nada.