Una médica de 28 años de Syracuse, Nueva York, murió después de luchar contra un ataque grave de COVID-19 durante más de dos meses, según su familia.
La Dra. Adeline Fagan, que estaba completando su segundo año de residencia como obstetra-ginecóloga en Houston, se infectó en julio mientras realizaba una rotación para tratar a pacientes con coronavirus en la sala de emergencias, informó Syracuse.com .
“Esa mañana, se fue al trabajo sintiéndose bien y emocionada de ver a los pacientes, pero por la noche comenzó a sentirse mal”, escribió su familia en una página de GoFundMe. “Lo que comenzó como síntomas intensos similares a los de la gripe se intensificó en una semana hasta una estadía en el hospital”.
Cuando su condición no mejoró, comenzó con un fármaco experimental y luego se colocó en un dispositivo de soporte vital llamado máquina de oxigenación por membrana extracorpórea, o ECMO.
“Antes de que pudiéramos ver si esta nueva droga era efectiva, sus pulmones ya no podían sostenerla”, escribió su familia.
Fagan pasó las últimas semanas con un respirador en la unidad de cuidados intensivos, donde estaba bien antes de que la familia recibiera la noticia durante el fin de semana de que sufría de una “hemorragia cerebral masiva” y necesitaba cirugía de emergencia.
“El médico dijo que han visto este tipo de evento en pacientes con COVID-19 que pasan tiempo en ECMO”, agregaron.
A su familia le dijeron que tenía una probabilidad de “1 en un millón” de superar el procedimiento y que incluso si sobrevivía, tendría varios problemas cognitivos y sensoriales graves.
“Pasamos los minutos restantes abrazándonos, consolando y hablando con Adeline”, escribió la familia. “Y luego el mundo se detuvo”.