“Me golpeaban hasta que mi piel estaba en carne viva”: El terrible relato de una patinadora en China

“Me golpeaban hasta que mi piel estaba en carne viva”: El terrible relato de una patinadora en China

Foto: vía Instagram (@_jessicayu_).

 

El documental Athlete A, un documento que muestra a través de una investigación periodística cómo se perpetró el mayor escándalo de abusos sexuales en el mundo de la gimnasia de Estados Unidos que terminó con el ex médico del equipo olímpico Larry Nassar sentenciado a un máximo de 175 años de prisión, generó una ola de comentarios sobre la forma en la que jóvenes atletas que están camino al alto rendimiento son víctimas por las extremas formas en las que se entrenan.

Por Infobae

Para Jessica Shuran Yu, una patinadora sobre hielo que nació en China y hoy representa a Singapur en sus competencias internacional, esas imágenes fueron reveladoras. Tanto que sintió la necesidad de dar su testimonio sobre lo que ella misma sufrió hace menos de una década. “El maltrato empezó a los 11 años. Mi entrenador me golpeaba usando las guardas, que son unas fundas de plástico que cubren las cuchillas. Cuando se enfadaba conmigo, cuando consideraba que cometía el más mínimo error, me pedía que elevara la mano. A veces me golpeaba en las piernas y los brazos sin aviso”, dijo.

En la continuidad de su crudo relato al periódico inglés The Guardian, Yu puntualizó en las agresiones físicas que sufrió. “Podía pasar en medio de un entrenamiento, delante de todo el mundo, o después, en zonas apartadas donde me gritaba y golpeaba aún más fuerte. En días especialmente malos, me golpeaban más de 10 veces seguidas hasta dejarme la piel en carne viva”.

Dedicada al patinaje sobre hielo desde que tiene 9 años, la atleta nacida en Beijing es de madre china y su padre es oriundo de Singapur, la nacionalidad que eligió para competir a nivel internacional. Especialista en las pruebas individuales, se convirtió en campeona de los Juegos del Sudeste Asiático 2017 y alcanzó en dos ocasiones el título nacional.

 

Otro de los puntos que mencionó la deportista asiática, que al mismo tiempo realizó una publicación en su cuenta de Instagram en la que profundizó la historia de abusos que sufrió de parte de sus entrenadores, fue la forma en que los coaches se dirigían a los patinadores. “Perezoso”, “estúpido”, “retrasado”, “inútil” y “gordo”, eran algunos de los adjetivos que, según Yu, les decían en pleno entrenamiento.

“Cuando tenía 14 años y atravesaba la pubertad, comencé a luchar con mis saltos porque estaba aumentando de peso. Era golpeada en la espinilla con la puntera de un patín para obligarme a intentarlo de nuevo. No me dejaban cojear o llorar. La mayoría de las veces ese abuso ocurrió frente a otros patinadores en la pista. No se lo dije a ninguno de mis amigos, adultos en la escuela o en mi federación, porque me sentía muy humillada. Era inhumano”, recordó.

Otro de los momentos que marcaron para siempre la vida de Yu fueron en las pruebas camino la última edición de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizaron en Pyeongchang 2018. “Tenía problemas con los alineamientos de las cuchillas y me rompí en el vestuario debido al estrés. Mis lágrimas le molestaron. Me dijo que parara y como no lo hice, me dio una patada en el pie e hizo que se me bloqueara el talón. Estuve 15 minutos con hielo, pero cuando volví a la pista, no podía saltar. Estuve dos días de baja, justo antes de los clasificatorios”, advirtió sobre lo ocurrido con uno de los entrenadores del equipo nacional.

 

Al igual que sucedió con los estrictos protocolos de entrenamiento que llevó a cabo el matrimonio Karolyi en la gimnasta de los Estados Unidos, que fueron denunciados por las atletas que padecieron al depredador sexual Nassar, la patinadora china reveló los traumas alimenticios que le impusieron en sus primeros pasos en la disciplina.

“Por suerte nunca me pusieron dietas crueles, pero me insultaban, me decía que perdiese peso y me criticaba por comer. Una vez me castigaron por pedir una ensalada porque venía en un plato grande. Llegó un momento en el que deseaba ser anoréxica porque eso significaría que estaba esforzándome lo suficiente”, dijo Jessica.

En la parte final del crudo testimonio, la representante de Singapur que anunció su retiro de la práctica profesional en junio de 2018, confirmó que está decidida a ayudar a los nuevas y futuras generaciones de deportistas chinos para que no tengan que atravesar por nuevos casos de abuso.

 

Hubo un momento en mi vida en el que el abuso me hizo odiar el deporte. Temía ir a los entrenamientos, deseaba que hubiera accidentes de coche y sollozaba durante todas las sesiones de entrenamiento. Pero ahora sé que lo que odiaba no era el patinaje, sino la crueldad. Los jóvenes atletas deberían poder amar su deporte sin pasar por lo que yo y tantos otros tenemos”, dijo Yu, que ya notificó a la Asociación de Patinaje sobre Hielo de Singapur y habló con el programa de protección al deporte de aquel país para avanzar en la problemática.

Me duele mucho saber que este abuso sigue ocurriendo. Muchos atletas y entrenadores creen que este comportamiento es necesario y normal en China. También es difícil para los atletas chinos hablar. Podrían perder su lugar y sus carreras podrían terminar. Pero como atleta de Singapur que entrenó en China, siento que estoy en una posición única. Esta es una plaga que se extiende en deportes estéticos como la gimnasia, el patinaje y en ambientes donde adultos pueden explotar a jóvenes chicas con grandes sueños”, concluyó.

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