Julio César Arreaza B.: Estercolero

Julio César Arreaza B.: Estercolero

No hay nada oculto que no llegue a descubrirse: los robos y trapisondas del régimen emergen por todos lados reflectados por la poderosa luz de la verdad, los sub hombres ineptos y malos estaban apremiados por unas “camionetotas”, atraídos por las veleidades se dispusieron a hacer lo que sea para mantenerse en el poder que redimiera su pobreza ancestral, hasta el paroxismo de acabar con un país y sus instituciones.

Lo convirtieron en un estercolero. Llegaron al poder y tempranamente sus fauces se tragaron la lógica política que nunca llegaron a aplicar. Tardamos mucho para caer en cuenta que lo que rige sus actuaciones públicas y clandestinas es la lógica de un criminal a semejanza de su tutor y chulo Fidel Castro. Según los dictados de la lógica política no tienen vida, ya fueron derrotados hace tiempo.

Destruyeron a las empresas que representamos como los glóbulos rojos que llevan oxigeno al organismo social generando empleos sanos y decentes, elevando la autoestima e impidiendo la configuración que hace del trabajador un mero parasito de misiones empobrecedoras y embrutecedoras.





La corrupción del comisionista enchufado resulta más fácil que enfocarse y esforzarse en servir al consumidor bajo la dinámica de la competencia con mejores precios, calidad y diversidad de productos. Queremos un sector privado, pero no uno de maletín que no rinde cuenta. Para ello es imprescindible contar con reglas de juego claras e instituciones bien constituidas.

Convirtieron a una nación en un estercolero, en el país más pobre del continente.

El daño demográfico lo comprobamos en un país sin tejido social y generaciones perdidas; lesa humanidad pudiera imputárseles por la dolosamente provocada pobreza intrauterina que lleva comprometida a la generación futura.

La bota represiva niega la alternabilidad en el poder y termina de contaminar al Plan República al servicio de la usurpación; de paso llamó imbéciles a los “opositores de la mesita”; a esos pobres diablos les rueda porque son de teflón, les resbalan las humillaciones, lo que les interesa es participar en el festín de unas elecciones mafiosas que les trae una fuente múltiple de negocios. Para el ciudadano el fraude ocurrió al cercenar la participación con el asalto a los partidos opositores y al nombrar a un CNE írrito; cuando fijaron inconstitucionalmente el número y división de diputados.

Conciudadanos, vivamos alerta para que no nos arrastre el error, seamos siempre fieles a la verdad, nuestra mejor compañera, muchas veces desgarradora y dolorosa, pero sigue siendo auténtica. Sepamos que a los perversos les irá cada día de mal en peor, engañando a menos incautos y engañándose a sí mismos. Aborrecibles los que se sirven de la violencia. Venezuela gime con dolores de parto.

Estaremos siempre mejor en un país libre, es hoy el clamor del pueblo. Mantengámonos luchando el buen combate, corriendo hacia la meta y perseverando en la fe; así la luz nos volverá a envolver como un manto. Y fluirá la justicia como el agua y la bondad como un torrente inagotable.

Pongámonos a nivel de los humildes. Dios detesta al malhechor y destruye al embustero, aborrece al hombre sanguinario y a quien es traicionero. Al más fuerte de nada le servirá su fuerza, el más veloz no logrará escapar. Su maldad le hará sucumbir.

¡Liberen a Maury. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!