El gobierno tiene dos maneras de ganar, hacer trampa o que los otros no voten, afirmó Benigno Alarcón

El gobierno tiene dos maneras de ganar, hacer trampa o que los otros no voten, afirmó Benigno Alarcón

REUTERS/Marco Bello

 

Benigno Alarcón analiza los escenarios políticos-electorales luego de la designación de los rectores del CNE por parte del TSJ, violando el procedimiento de la Asamblea Nacional.

Por Jhoalys Siverio | Correo del Caroní





La juramentación exprés de los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) no fue una sorpresa si se toman en cuenta los antecedentes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en contra de una Asamblea Nacional de mayoría opositora.

El régimen intenta disfrazar la legitimidad de un nuevo proceso electoral con un CNE cuya renovación se basó simplemente en el cambio de nombres de rectores, más que en tener un ente imparcial que ofrezca confianza a los electores.

Es esta la apreciación del director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón, quien afirma que la finalidad es sacar a la oposición del Parlamento con unas elecciones disfrazadas de legitimidad. Pero advierte que el camino no es tan fácil, ni para el régimen ni para la oposición.

Elección democrática vs autoritaria

Entre las dudas de si votar o no, Alarcón explica también que esto se da porque “la gente entiende la elección como si estuviera en democracia, pero la realidad del asunto es que es una elección bajo un régimen autoritario, que no la puedes entender como una elección en democracia. Las elecciones en regímenes autoritarios se montan para que la pierdas, no para competir. El tema es que muchas veces el gobierno no logra ganar y no logra manejar las consecuencias de haber perdido la elección. Son dos lógicas distintas”.

Señaló que vista desde la perspectiva de una elección democrática, no tiene sentido ir a votar en estas condiciones. Ahora, si la votación está planteada como un mecanismo de conflicto, de confrontación con el gobierno, y la oposición se prepara para esa confrontación, votar tendría sentido, pero para ello hay que tener una mentalidad, lógica y estrategia completamente distinta a la de una elección democrática.

“Si antes había un porcentaje muy alto de los electores de oposición que se inclinaban por no ir a votar, obviamente la consecuencia de hoy después de la designación de este Consejo Nacional Electoral es que ahora los que no quieren votar posiblemente sean muchos más. Lo que se va a reafirmar es esa corriente abstencionista del lado de la oposición, no del lado del gobierno, porque por supuesto sacará a votar a los suyos. El gobierno todo esto lo hace justamente para que la respuesta de la oposición sea la que es, que diga que no van a votar. El gobierno siendo una minoría tiene dos maneras de ganar, o haciendo trampa o haciendo que los otros no vayan a votar”, sostiene.

 

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