Ya son 20 años oponiéndonos de manera frontal a este gobierno que destruyó todo a su paso, algunas de sus actuaciones son perfectamente predecibles y, luego del llamado al diálogo regional del señor Rafael Lacava, inferimos que la propuesta pueda ser replicada a nivel municipal por sus alcaldes, toda vez que lo menos que tienen es creatividad o algo de capacidad para dar pasos por cuenta propia. Los vecinos de los municipios de Carabobo saben que sentarse con quienes crearon los problemas en nada ayudará a la solución de los mismos, tienen 20 años “gobernando” y ahora sí van a resolver lo que no han resuelto teniendo el medio y las dos orillas del poder absoluto. ¡A otro perro con ese hueso! si quieren diálogo municipal vayan a la calle, no para que ustedes hablen sino para que escuchen a los vecinos y sus necesidades, y si en un supuesto negado quieren decir “esta boca es mía”, pues, rindan cuentas, hagan transparentes sus gestiones, sométanse a la contraloría social de las instancias de base, permitan la realización de cabildos abiertos, sométanse al escrutinio ciudadano.
Luego de dos décadas de totalitarismo ahora lo único quieren democratizar son las culpas. ¡No señores! ni los vecinos, ni la dirigencia política comprometida con un cambio seremos tontos útiles. Hasta aquí trajeron ustedes a nuestros municipios con sus gestiones locales, las peor evaluadas y absolutamente desconectadas del sentir de la gente, no seremos parte de alguna comparsa que funja de un refrescamiento de los gobiernos locales más ineficientes de la historia desde que se instauró el proceso de descentralización.
En democracia el diálogo no es la excepción sino la regla, pero como ustedes han hecho de ese principio letra muerta y lo usan para ganar tiempo, quitarle nitidez a las fotografías de sus gestiones invisibles, e intrigrar entre la dirigencia democrática, los vecinos han tenido que dialogar entre ellos mismos y acordar, auto – gestionarse para tapar huecos, colocar alumbrado en las calles, portones eléctricos para su seguridad, poda de maleza. De hecho, en el caso de Guacara sí este municipio no ha desaparecido del mapa es por su gente muy a pesar de los alcaldes “rojo rojitos”, si fuese por los alcaldes los únicos negocios existente serían los vinculados a personeros del gobierno local y tampoco existiría un solo espacio publico apto para recibir a las personas
Sigan ustedes con su diálogo de sordos y en sus fiestas y bonches, el pueblo los esperará en la bajadita.
Engelbert Rivero Montenegro
@engelbertrivero