Los manifestantes que inundan las calles de Estados Unidos corren el riesgo de contraer el coronavirus, y probablemente exacerban su propagación continua, advirtieron las autoridades.
“Si estuviste protestando anoche, probablemente debas hacerte una prueba COVID esta semana”, advirtió la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, a quienes salieron a las calles de su ciudad.
Bottoms fue uno de los muchos que notó los peligros de miles de personas que ignoraron repentinamente cualquier forma de encierro o distanciamiento social para protestar por la muerte de George Floyd captado por la cámara bajo custodia policial.
Ella enfatizó que “todavía hay una pandemia en Estados Unidos que está matando a personas negras y marrones en mayor número “.
Los expertos en salud temen que los portadores silenciosos del virus que no tienen síntomas puedan infectar involuntariamente a otros en las protestas en las que la gente está llena de mejillas, muchos sin máscaras.
Incluso aquellos con máscaras no tienen protección garantizada, ya que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que las máscaras de tela son más para detener a las personas infectadas que transmiten el virus que para proteger al usuario.
“Ya sea que estén encendidos o no, eso no les impide contraer el virus”, advirtió Bradley Pollock, presidente del Departamento de Ciencias de la Salud Pública de la Universidad de California, Davis.
Es casi seguro que las protestas van a alimentar las infecciones y dañar los esfuerzos para contener la pandemia a través de bloqueos y distanciamiento social fuertemente organizado, advirtió el comisionado de salud de Minnesota.
“Tenemos dos crisis que se encuentran una encima de la otra”, dijo Jacob Frey, el alcalde de Minneapolis, donde Floyd murió durante el arresto del Memorial Day.
Las protestas en curso se producen cuando Estados Unidos ha visto más de 1.7 millones de casos confirmados de coronavirus con 103,781 muertes, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.