El hombre que vivió el cierre de RCTV y ahora quedó sin empleo en DirecTV

El hombre que vivió el cierre de RCTV y ahora quedó sin empleo en DirecTV

La decisión de AT&T de cesar las operaciones de DirecTV en Venezuela afectó a casi 6.5 millones de usuarios que se entretenían en tiempos de pandemia, crisis de combustible y distintos problemas con los servicios básicos. Eso sin apuntar que también el personal (casi 600 personas) también quedaron sin empleo de un día para otro.

Este acontecimiento fue comparado por algunos con el cierre de RCTV en 2007, el cual también fue un momento lamentable en la historia de la telecomunicaciones en Venezuela.  La relación de DirecTV con Radio Caracas no es solamente que ambas empresas fueron asediadas por el régimen, pues también hay personas laboraron en estas compañías y que por cuestiones del destino, se vieron obligadas a sufrir un despido inesperado por partida doble  con más de diez año de diferencia.

 

Tal es el caso de  Ronny Rivas quien ingresó al canal de Quinta Crespo como mensajero. Luego fue ascendido a director y condujo los últimos minutos al aire en señal abierta. No sería la última vez. Pues le tocó quedarse sin empleo luego de que Directv cesara sus operaciones en el país. En portal  El Diario, lograron entrevistarlo y dieron a  conocer  la historia de este caraqueño de 44 años de edad que sufrió dos veces el repentino despido del lugar donde tanto le gustaba trabajar.

Terminó el Himno Nacional y la pantalla se fue a negro. El televisor confirmó una amenaza proferida cinco meses antes: Radio Caracas Televisión (RCTV) se desvanecía del canal dos. Por primera vez la televisión venezolana fue herida de muerte, y con ella, todo un país que esperaba que todo fuera un mal sueño. Ronny Rivas reconstruye ese momento en su mente. Estaba en en el estudio mirando fijamente el reloj que fue un juez esa noche. Era el director y orquestaba un asesinato que se iba a cometer en minutos. Él cerró el canal tras concluir con las últimas palabras de Nelson Bustamante; entregó la señal y la pantalla se oscureció.

—Todos nos quedamos esperando un milagro que nunca llegó.

El caraqueño continúa el relato describiendo que volvió a sentir el escalofrío que lo envolvió hace 13 años, en el cierre de RCTV, el 27 de mayo de 2007. Fue el martes 18 de mayo. En su propia casa, una barra azul anunció que la empresa en la que trabajaba, Directv, sacó todos sus canales del aire. No había transmisión. Su teléfono se abarrotaba de mensajes, pero nada estaba confirmado. La televisión fue nuevamente herida y la muerte era inminente tras una reunión con la directiva que confirmó el deceso. Directv cesó sus operaciones en el país.

Es duro pasar por esto dos veces. Más cuando fueron dos empresas que cuidaban mucho a sus empleados. En los últimos tres meses Directv nos otorgó bonificaciones especiales para que los trabajadores pudiéramos comprar comida debido a la emergencia por la pandemia. También aumentaron la tasa del seguro HCM para que tuviéramos la tranquilidad en caso de que necesitáramos ir al médico. ¿Tú crees que una empresa que sepa que vaya a cesar operaciones en un país hace aumentos o entrega bonificaciones?, realmente eso no lo hace ninguna empresa que quiera marcharse del país”, afirmó Rivas.

Han transcurrido tres días desde entonces y a Ronny le cuesta hablar de ello. No por la tristeza que todavía esboza en cada palabra, sino desde la impotencia de que un hecho similar vuelva a suceder. El hombre con más de 30 años de experiencia en la televisión se queda sin trabajo nuevamente y lo describe como un vacío en el alma.

“Cuando salí de RCTV tenía una vida muy estable y es muy difícil volver a conseguir una empresa en Venezuela que pueda darte cosas tan importantes como la estabilidad. Yo considero que fue una bendición poder trabajar en RCTV y Directv. Es duro ver a los compañeros preguntando por los grupos: ‘¿Ahora qué hacemos?’”, dice.

RCTV fue una escuela para muchos. De hecho, muchos definen al canal como la Academia del Cine y Televisión en Venezuela. A los trabajadores se les ofrecía no un empleo, sino la oportunidad de desarrollar todo su potencial como seres humanos. Se aplicaba un sistema de meritocracia que permitió ascender gradualmente en su actividad profesional a quienes se empeñaban en mejorar su desempeño.

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