¿Por qué RAZONES el dolor te puede hacer una mejor persona?

¿Por qué RAZONES el dolor te puede hacer una mejor persona?

 

La vida es así, cambia de la noche a la mañana, tiene momentos inolvidables y, no siempre son buenos. Porque el lado amargo también nos enseña, experiencias que te dejan huellas para el resto de tus días. Sin embargo, el sufrimiento también es sano. Hay razones por las que el dolor te hace mejor persona. ¿Por qué?  





Por Karen Villaseñor / Soy Carmín

El hecho es que aunque quieras no puedes ir pretendiendo que todo es color de rosa, el dolor es sinónimo de aprendizaje, de lecciones que no se olvidan y de muchas ganas de superarte. Los seres humanos se vuelven más fuertes, más atentos, más poderosos, cuando las malas experiencias llegan a sus días. Conoce las razones:

Comprendes el dolor de otros

Cuando una persona vive experiencia crueles, sin darse cuenta se empieza a poner en el lugar de los demás. Te vuelves más amable y tratas de entender a la otra personas, sin minimizar su duelo.

Hay cosas peores

El dolor te enseña a valorar todo lo que tienes, esas cosas pequeñas que tenías en el olvido. Y entonces te deja de molestar lo que diga o haga la gente, porque solo quieres valorar el momento.

Amas a tu gente

Hay personas que se vuelven todo en esos momentos de dolor que sientes que ya no puedes más. Sin embargo, eso te ayuda darte cuenta lo mucho que los amas: familiares, amigos, pareja, los vínculos afectivos se fortalecen.

Con valor ante todo

No, no es que te hayas vuelto inmune o que ya no tengas sentimientos. Es solo que después del dolor, entiendes que puedes salir victorioso aún en la tormenta, que lo malo pasa y que mañana será un día mejor.

Una limpia a tu vida

Los duelos también sirven para trascender, para descubrir si verdaderamente vamos por el lado correcto. Te cuestionas si te gusta tu trabajo, si ha prestado atención a tu salud, si realmente estás con las personas que te alegran los días.

Un toque de creatividad

Ya lo hemos dicho, de las crisis surgen grandes oportunidades. El dolor te permite ver en lo más profundo de tu ser, eso que realmente hace latir tu corazón y te eriza la piel y empiezas a ser más creativo en cada una de tus acciones.

Aprendes amar

Sin duda, una de las lecciones más bonitas que irónicamente te enseña el dolor, es abrir tu corazón, te haces más fuerte, más tierno, con ganas de querer de verdad. Pero, sobre todo, de quererte a ti mismo.

Quieres ser feliz

Luego de tanta oscuridad, de lágrimas y lágrimas, llega un momento en el que solo quieres tomar una pausa, algo que te haga sentir bien y de estar con las personas que tienen las mismas ganas de ser feliz.

Tu lado espiritual

Hay situaciones que se te van de las manos, que no puedes entender y no tienes otra opción que confiar, que creer que todo pasa para algo. Entonces haces un llamado al Universo y a Dios, para sanar.

Amas tus cicatrices

Finalmente, el dolor te hace abrazar tus heridas, valorarlas y recordar que siempre puedes, que aún en tus peores momentos te has levantado y que el sufrimiento no es para toda la vida.