Julio César Arreaza B.: El primer doliente

Julio César Arreaza B.: El primer doliente

Deseo compartir lo expresado por alguien que denominaré “X” en un focus group, en repuesta al resumen que se les expusiera sobre los argumentos esperanzadores de la dirección opositora correspondiente a la gestión 2019 y lo proyectado al 2020:

“….Están muy buenos esos argumentos para una serie de Nexflix o para los libros de la historia………interesante enfoque, pero la realidad es otra: Guaidó no va para ningún lado; hasta que a unos militares no se les despierte la sed de poder presidencial en Venezuela seguirá Maduro; mientras a otros países no les interese una invasión de guerra seguirá Maduro, es decir, va a seguir Maduro; no hay más ojos que abrir, no hay más caretas que quitar. Todo ese resumen es una falsa esperanza esparcida por un grupúsculo de bates quebrados corrompibles. En conclusión, el sistema cubano está blindado a prueba de muertes (Fidel- Chávez ), a prueba de imperios (EEUU), a prueba de presidentes habladores (50 países), a prueba de Trump y con el apoyo de pocos países, los malandros chavistas serán historia larga en Venezuela; en 2021 que es en menos de 350 días, la cosa pica y se extiende….”

Estoy en desacuerdo con la mayor parte de lo dicho por “X”, pero si debo remarcar el dato cierto de la incredulidad en el liderazgo que, como una nube obscura, se ha posado sobre el ánimo nacional, por falta de carácter, consistencia y coherencia. Existe un claro rechazo a la cohabitación y la ausencia de rendición de cuentas sobre los recursos y ayudas recibidas. Un monumental error dejar de lado el mandato del primer doliente.





No obstante, a conciencia de que 2019 por equivocado enfoque estratégico se perdió, siempre nos inundará un hálito de esperanza el comienzo de un nuevo año. Cuando estudiaba primaria en el Instituto Escuela, la boleta venía expresaba de esta manera: 18-17, 14-13, 17-16, etc.; los dos primeros números calificaban la aplicación en las materias de instrucción y los últimos dos se referían más allá de la buena conducta, a los actos que revelaban un carácter ciudadano en el alumno. Nuestra ilusión era alcanzar 20-20, algo realmente difícil pero que animaba nuestro recorrido por el transcurso del año escolar.

Ahora que estamos abriendo el año 2020, por qué no aspirar y trabajar duro por enderezar los entuertos, mejorar la estrategia y lograr el restablecimiento del sistema republicano, bajo la conducción de una dirección política en la que participen nuevos actores conectados con el sentimiento nacional de cambio.

En Venezuela rige una corporación criminal con un gran desprestigio en la comunidad internacional y en el plano interno 84% desea cambios. El desafío es convertir esa energía en una fuerza real que concrete el cambio.

91% del país dice que estamos mal, pero paralelamente se ha instalado un sentimiento pasivo en la población, a lo cual se añade la anomia y la habituación a un régimen que concibe el poder por encima de los intereses del país y no se somete a norma. El régimen trata de construirse una oposición a su imagen y semejanza con mesas de diálogos y elecciones parlamentarias. Tenemos que alcanzar bajo un enfoque estratégico idóneo la salida política. No podemos repetir 2019 en 2020.

Está planteado entonces, ante tanto descalabro, que el primer doliente decida por sí mismo, expresando su voluntad inequívoca por medio de una consulta vinculante.

¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!