Guaros obligados a usar yerbas para curar la escabiosis

La escabiosis, sarna o “sabrosita” como es conocida esta enfermedad de la piel, también resulta severamente sacudida por el dólar por cuanto los precios de los medicamentos merman el sueldo mínimo de los venezolanos, siendo inalcanzables para los pacientes quienes prefieren bañarse con yerbas como el yoco yoco o rabo ‘e ratón.

Por Luis E. Marchán | LA PRENSA de Lara





Betty Bermúdez, comentó que hace un año a su hijo de 8 años le aparecieron unas rosetas debajo de los brazos. Lo llevó al médico luego de tres días cuando les crecían en los genitales y le diagnosticaron escabiosis. “El medicamento que le recetó el médico es muy caro y lo compré incompleto. Mi abuela lo bañaba con unas yerbas y agua fría y le fueron desapareciendo luego de 21 días”, narró Betty.

Por su parte Pedro Rodríguez, jubilado, comentó que sufrió de la enfermedad y el médico le recomendó un remedio utilizado en vacas, perros y gatos, pero “en bajas dosis y bañarme con agua caliente y fría, así se me borró la sabrosita”, indicó.

Los yerbateros de El Manteco manifestaron que las personas que presentan estas piquiñas prefieren llevarse dos bolsitas de yoco yoco o rabo ‘e ratón por cuanto cada una vale 30 mil bolívares y no comprar un medicamento que pasa los 100 mil bolos.

Mildred Rodríguez comentó que se contagió de la enfermedad a través de su hermano. “Me preocupé mucho porque estaba embarazada y acudí al médico donde me indicaron tratamiento por tres semanas, pero mi salario no cubría el precio de las medicinas, así que tuve que acudir a los yerbateros”, dijo

Según los dermatólogos, la transmisión se produce por contacto de piel a piel, es decir de personas a personas; en las relaciones sexuales y no directamente por animales y el ambiente, por cuantas estas últimas son creencias populares.

Aunque es difícil también se podría contagiar por compartir ropa o dormir en la misma cama de una persona que padece la enfermedad.

Ninguna persona de cualquier estrato social se escapa de esta enfermedad; sin embargo, quienes viven en barriadas está en riesgo por no tener acceso al sistema de salud pública.