Julio César Arreaza B.: Hora de rectificar

Julio César Arreaza B.: Hora de rectificar

La zozobra y la inmediatez con la que se vive impiden mirar la hecatombe que entraña el sistema escolar establecido en estos 20 años. El estudiante sale sin estructura de pensamiento y saltándose etapas esenciales del proceso enseñanza- aprendizaje. Carecen por tanto de la columna vertebral del pensamiento que da la escuela. Los textos escolares promovidos por la corporación criminal están impregnados de carga ideológica que termina en la tergiversación de la Historia. Los libros-textos de matemáticas publicados con errores garrafales en los ejemplos. A la lamentable situación se le suma estudiantes con niveles críticos de desnutrición que generarán seres humanos con desarrollo físico y mental sub estándar. Seres que pierden su condición humana y sin proyecto existencial.

La ignominia que usurpa el poder causa un daño irreversible al futuro y no pasa nada. La ruina trasciende el presente. Dominar mediante el miedo entre ruinas es lo que hace el delincuente. Pareciera que una especie de burundanga desconcierta el espíritu y nos impide ver más allá de titulares inmediatamente arropados por otros.

El Arco Minero del Orinoco ha sido privatizado por un régimen forajido para sus pranes y chafarotes. Están acabando con el pulmón del país, la biodiversidad y la reserva forestal, explotando criminalmente sus riquezas sin ningún respeto al ambiente y secando, con el ecocidio cometido, la principal fuente de agua del país.





Hay que pararse y actuar contra estas amenazas que ponen en peligro la existencia del país.

Llegamos al final del año legislativo con un balance lamentable, subrayado por el escándalo de corrupción de algunos diputados. Un laberinto y un marasmo. Seguir manteniendo al régimen es un negocio para unos y otros. Obnubilados por unas elecciones que no serán libres salta a la vista una falta de gestión y de control de la Asamblea Nacional. Esto mina la confianza de la ciudadanía en su dirigencia y tales actuaciones inhabilitan la acción política necesaria para enfrentar eficazmente el régimen, pero ellos no quieren ser escrutados y descartar modus vivendis de cohabitación.

El momento exige rectificación de estrategias con la necesaria inclusión de nuevos actores políticos representativos y abriéndose a la tercera vía de los ciudadanos. Trabajar con transparencia y fortalecer con una nueva estrategia la ruta fijada en el Estatuto de Transición, ley de la República. Grandeza implica grandes sacrificios en la acción política y dirigentes y ciudadanos unidos a la altura de la hora. Ya está bueno de miopías.

Insistimos en un cambio de estrategias y no un mero control de daños y pase de página. Se requiere un grupo de tarea representativo del país que lucha, que tenga como objetivo el cese de la usurpación y la convocatoria vinculante de la soberanía popular, contando para ello previa y posteriormente con el apoyo decidido de la comunidad internacional.

¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!