ABC de la política: De una sociedad permisiva a una vigilante, por Carlota Salazar Calderón

Carlota Salazar Calderón @carlotasalazar

 

ABC de la política

De una Sociedad Permisiva a una Vigilante





En estos días leí este mensaje: Peor que un corrupto es un Ciudadano que lo defienda, en una pancarta de las manifestaciones de Bogotá, me llamó la atención porque su contenido refleja un sentimiento general, en el sentido de que la corrupción se fortalece con la permisividad de quienes la aplauden, la veneran, la esperan… o simplemente la alcahuetean. Siendo ¡Nuestra tragedia! que se hace para ver qué chorrea, desde una bolsa de comida hasta contratos mil millonarios.

Por Carlota Salazar Calderón

Resulta que ¡La Política! la acción humana que guarda relación con nuestra necesidad de convivencia, de conducción y de dirección, que debe estar en el más alto nivel de la moralidad y contenido ético, ha sido arrastrada por las mazmorras del lodazal inmoral de la corrupción. Cáncer que ha hecho metástasis en el mundo entero.

Que en el marco de la Revolución Bolivariana ha sido el eje transversal de toda la acción política. Expropiaciones sin justa indemnización; empresas tomadas y abandonadas, invasiones multimillonarias paralizadas; desfalco en Cadivi que supera los 25 millardos de dólares, según estimaciones de Giordani; 7 mil millones de dólares de fraudes y estafa en PDVSA, que la Fiscalía investiga pero sólo contra la mafia Ramírez-Ortega; importaciones multimillonarias de alimentos que han deprimido la economía nacional…

En el informe de Agosto 2019 Transparencia Internacional denunció que existen 50 casos en el mundo de desfalco al patrimonio venezolano donde están involucrados 24.479 millones de dólares, de funcionarios, ex funcionarios y cercanos a la revolución. Sólo en Washington están en proceso causas judiciales que representan 5.700 millones de dólares. Pero no conforme con ello y en una política de apaciguamiento colectiva, el gobierno, en lugar de invertir dinero en políticas públicas, que redunden en beneficio de los venezolanos, decidió corromper a sus opositores.

Pero en la acera del frente pasa lo mismo. La administración de las empresas venezolanas Citgo y Monómeros, no rinden cuentas. Las ONG representadas por dirigentes opositores han manejado recursos para atender la crisis humanitaria que se ha evidenciado a nivel de hambruna, sin explicar ¿en qué se ha invertido? a ¿cuántos han ayudado? Pero además gravita el sentido ético del asunto, ya que denunciar que la gente se está muriendo de hambre, comiendo de la basura, muriendo en las calles… y cuando recibes apoyo internacional para paliarla ¿te la quedas? Eso no es más que una acción ¡Canalla!

Como guinda de torta la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional comienza una investigación por desfalco a la nación en la importación de productos Clap, cuyos investigados fueron exculpados por sus investigadores.

Pero, la sociedad está acostumbrada a que: así actúan todos, gobierno, opositores, eso es así, no va a cambiar… Una sociedad permisiva que impide que la gente honesta logre alcanza el poder. La corrupción, debemos combatirla venga de donde venga, sólo así pasaremos de una Sociedad Permisiva a una Sociedad Vigilante que reclame, exija, denuncie, proponga…por el beneficio de todos ¡Ese es uno de los cambios que necesitamos!