Mas de sesenta países democráticos del mundo se han solidarizado con Juan Guaidó y la ruta que viene trazando para rescatar la democracia, la economía y la institucionalidad de todos los poderes públicos como el ejecutivo, el TSJ, Fiscalía, Contraloría y Defensoría del pueblo hoy secuestrados por la tiranía a través de la espuria asamblea Nacional Constituyente. Esta fue designada inconstitucionalmente, siguiendo el guión cubano de la elección de cuadros con la participación del partido único como en toda “revolución comunista”. En nuestro caso no existe aún partido único, pero la tendencia es a tenerlo, si siguen censurando a partidos democráticos opositores para participar en las luchas políticas y en las elecciones. No lograrán su objetivo final ante el rechazo del 80% de la sociedad, la ascendencia de Guaidó y de la población opositora. Repiten como unos loros el disco rayado de que no volverán, cuando los que están cerca del final en el poder son esta sarta de malhechores que ostentan el poder por la fuerza y el apoyo de grupos criminales como la FARC, ELN, Hezbolac que operan en nuestras fronteras y el arco minero y por supuesto la dictadura comunista cubana.
En estos veinte años del llamado socialismo del siglo XXI avalado por el Foro de Sao Paulo y sus regímenes de extrema izquierda que pretende expandirse por toda Latinoamérica. No en vano están instigando con financiamiento y mercenarios agitaciones en varios países nuestros como Chile, Perú y Ecuador.El foro de Sao Paulo fue fundado por Fidel Castro y Lula D Silva después de la caída del muro de Berlín, asumiendo Venezuela el costo financiero de tan ambicioso plan comunista y neocomunista. Parte importante de la renta petrolra venezolana se ha utilizado en estos macabros planes en el finaciamiento de PETROCARIBE