Nicolás Maduro desde La Habana, uno de los pocos estrados internacionales en los que puede declarar, emitió un desgastado discurso partidista, centrado en satanizar la influencia de los Estados Unidos en el mundo y demostrar su afición por los conceptos socialistas emanados por la doctrina de Fidel Castro.
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Las palabras del “hijo de Chávez”, envalentonado entre sus camaradas, pronosticaron “una nueva situación geopolítica en la región, una nueva ola anti neoliberal que tendrá los espacios del futuro para una nueva situación de alternativas en América Latina”.
Maduro llamó “pelele” al presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien expulsó a los diplomáticos chavistas de su nación. También tuvo ocasión de criticar nuevamente al Gobierno de Sebastián Piñera tras afirmar que las protestas violentas evidencian que “Chile despertó”.
Saludó al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, de corriente peronista.
El propio Maduro reconoció que diversos líderes de la Comunidad Internacional han alertado que el Foro de Sao Paulo, desde su última edición en Caracas, fue el inicio de una campaña que pretende darle un vuelco ideológico a la democracia latinoamericana.
Mientras el vocero chavista aseguraba que “los pueblos tienen derecho a la rebelión”, descalificó las manifestaciones en Bolivia contra la ilegal candidatura y posterior reelección de Evo Morales en un clima de desasosiego electoral. “El indio Evo va a resistir y a triunfar ante esta amenaza fascista”, dijo.
De igual manera, comparó su la inestabilidad boliviana con la del Palacio de Miraflores. “Se nos acusa de dictadores y nos persiguen, se nos acusa de todo para justificar un golpe de Estado, un magnicidio, una invasión”, declaró Maduro con paranoia. “A la persecución financiera y comercial hay que verle la cara”, lamentó.
Por otra parte, Maduro habló de su “modelo alternativo” en Venezuela, que incluso “en tiempos de vacas flacas”, puede “demostrar que se puede construir una sociedad que le garantice a su pueblo los derechos sociales”.
Sobre las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos, inclusive reproducidas por la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, Maduro argumentó que “nuestra revolución mantiene intacto el camino democrático, constitucional, libre”.