Enrique Prieto Silva: ¡La mafia militar!

Enrique Prieto Silva: ¡La mafia militar!

Con gran desagrado tenemos que admitir la existencia de muchos apelativos que se aplican a los militares, en sendos intentos por buscar el desprestigio de la institución armada, toda vez que sin son ni ton, se impuso el llamado militarismo en la función pública cuando se militarizó el sistema de gobierno.

Mucho se habla de precariedad y de malformación de los militares, pero en realidad lo que ocurre es la perversión originada de un mando militar, o mejor dicho, de una generación de militares forjada en la oquedad de una torpe “revolución” perdida en el espacio, que no provino de la escuela de las armas, sino la de prosaicos soldados que se acogieron al decir torpe de la tosquedad, que creen que realmente existen los “herederos de los libertadores”, mascullándolo como cantaleta creadora del misticismo militar, que muchos asumen como una patente de corso para reclamar el supuesto privilegio social que demanda la herencia libertaria.
Uno de los primeros cambios que hay que hacer para reestructurar a las FAN, es eliminar de la mente de los militares la creencia de que son los servidores privilegiados de la patria y que se merecen un trato preferencial. Debe quedar al descubierto la verdadera razón de su existencia, que no es la de solo honores, sino la de un mayor sacrificio por la patria y la honra del servicio desinteresado. Que se meta en la cabeza de todos los integrantes de la FAN, que la perversión de la institución ha sido la injerencia del militar en la política y en la creencia de que su apoliticidad es para darle más privilegios, ya que, antes por el contrario, se le aparte del ejercicio de la política en la actividad, para que no intervenga en funciones de gobierno porque hay incompatibilidad entre el poder de las armas y la gobernabilidad civil, como los establece y reclaman la ciudadanía y el poder ciudadano.

Se le impide al militar participar en el gobierno, porque al poner en sus manos el poder de las armas, siempre ha existido la tentación de usarlas para gobernar, de donde surgen priorizó idad misrtisimo mxisten elodramática surgida de mediocres pensadores autollamados “hijos de Chávez”, que no solamente malfromaron XIO onda del inequívoco pensamiento patriota que se forja en la de la patria verdulante eante

No es capricho nuestra insistencia en tratar el tema militar, que desafortunadamente en Venezuela se ha convertido en comidilla, a pesar la antimilitaridad constitucional surgida del deseo del teniente coronel Chávez, *Buen dia venezolanos*

¿ASÍ? …¿o más claro?

-Mafias de los pasaportes: militares.
-Mafias del oro: militares.
-Mafias del coltan: militares.
-Mafias de la comida: militares.
-Mafias de la mediciinas: militares.
-Mafias de la gasolina: militares.
Y así podemos seguir… Creen que los militares actuarán contra Maduro?
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que en mala hora fue votado en 1988 como presidente de la república. Pero por desgracia nacional, tanto intelectuales como pancistas civiles y militares transformaron su mandato en un gobierno militarista, que a la larga, y luz de hoy, generó el mayor desastre de la historia nacional.

Desde entonces, todo es pesadumbre y malestar. Las mafias cambiaron su disfraz por uniforme, creando figuras bélicas y belicistas, que en lugar de ayudar a la concordia y a la paz pública, transformaron al ente encargado de la defensa nacional en el mayor pivote político del régimen auto nominado “revolucionario” y “socialista del siglo XXI”. Pero para mayor desgracia, se estableció como norma el cívico-militar, que más que coyuntura, creo la debacle de la unidad nacional, trasformando al sector militar en el mayor enemigo del pueblo, donde muchos se han convencido de que la lucha por recuperar la democracia y volver a la constitucionalidad pasa por una acción de fuerza militar, que saque al régimen usurpador, que obviamente, no es régimen militar sino militarista, avalado y apoyado por el general Vladimir Padrino López, quien se convirtió en el mandante de la FAN y líder inmisericorde del rancio chavismo que destruyó todo lo logrado después del 23 de enero de 1958.

El título de este artículo es a propósito, atendiendo al mismo introito que hicimos sobre el gobierno militarista, que no militar. Y decimos a propósito, por cuanto la figura del gobierno militar se da al que instituye una fuerza militar cuando se apodera de un territorio mediante la fuerza, que obviamente no le es permisible de manera pacífica, sino que mediante una operación de esta naturaleza se apropia de un territorio e instaura un gobierno provisional hasta que se reinstituya la normalidad civilista. Este gobierno militar comienza con el comando de la fuerza invasora, que luego de la pacificación, es nuevamente delegado a la autoridad local, siempre con el tutelaje del invasor y la reorganización del sistema de administración pública. Vale decir, la restauración del sistema político conveniente, distinto al que originó la intervención.

Una cosa debe quedar clara, nunca podrá instituirse un gobierno militar permanente, por cuanto éste siempre será provisional, manejado en teoría por el llamado “asuntos civiles”, que conforma una de las funciones de un estado mayor excepcional, donde el gobierno sea también provisional, en la búsqueda de la institucionalidad perdida y que dio origen a la intervención.
Es triste, que durante estos largos años del chavismo, se haya constituido una Fuerza Armada desligada de la doctrina hemisférica y con formación militarista contraria a la formación que iniciamos desde 1958. Además, el error cometido por muchos militares que creyeron errada la doctrina OTAN y se atrevieron a hacer cambios radicales en programas y materias, tratando de acercarse al castrismo, que es el fundamento del desastre nuestro.

Pero lo ocurrido no es casualidad; para las décadas 70´ y 80´ pasadas apareció el fenómeno de la antipolítica, y se hablaba de la “militarización” de las sociedades latinoamericanas con intentos realizados para insertar a las fuerzas armadas en un sistema democrático que no produjeron los resultados deseados; uno de sus causas fue separar el mando militar del poder civil y la creación de los estamentos civil y militar con orientaciones diferenciadas, lo que condujo a creer que lo militar no debía ser civilista y que los militares no debían participara en la política, confundiendo el civismo con la partidización de los militares, que condujo a la formalización de los artículo 328 y 330 de la Constitución, desgraciadamente mal interpretada por los mandos militares y avalada por el Tribunal Supremo de Justicia, lo que nos condujo a este gobierno atroz que apuntala el general Padrino como ministro de la defensa y pilastra del régimen de gobierno usurpador.

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