Derrota en Estambul abre fisuras en la autoridad sin rival de Erdogan

Derrota en Estambul abre fisuras en la autoridad sin rival de Erdogan

Foto REUTERS / Reinhard Krause TPX 

 

El triunfo el domingo de la oposición socialdemócrata en las elecciones municipales de Estambul ha abierto la caja de truenos en el gobernante partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP) y pone en duda la hasta ahora incontestada gestión de su líder, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

El socialdemócrata Ekrem Imamoglu, hasta hace poco prácticamente desconocido fuera de la ciudad, sacó ayer nueve puntos de ventaja a su rival del AKP, Binali Yildirim, ex primer ministro y mano derecha de Erdogan, en la repetición de unas elecciones que ya ganó el pasado marzo, pero que fueron impugnadas por el partido islamista.

El AKP ha visto como los apenas 14.000 votos por los que perdió en marzo se han disparado a 806.000, lo que indica que cientos de miles de sus votantes le han dado ahora la espalda.

La insistencia de Erdogan, sobre todo en la campaña de marzo, en que ganar las municipales contra quienes calificaba de “agentes extranjeros” era una cuestión de supervivencia nacional, se revela ahora como una estrategia fallida que le resta autoridad.

Según datos del instituto de sondeos ANAR, medio millón de votantes del AKP han dejado de apoyar al partido desde las elecciones de marzo, una tendencia que podría continuar si Erdogan no modifica su estrategia.

“Si mantiene todo tal cual, habrá oposición interna en el AKP y habrá quien intentará lanzar nuevos partidos”, vaticina Ibrahim Uslu, el director de ANAR, en declaraciones a medios locales.

De hecho, apenas conocido el resultado, un miembro de la cúpula del partido, el diputado Mustafa Yeneroglu, escribió en Twitter: “Hemos perdido Estambul porque perdimos nuestra superioridad moral. Podemos recuperar la esperanza con una sincera autocrítica; para ello necesitamos centrarnos en la racionalidad, el imperio de la ley, la separación de poderes y los derechos fundamentales”.

Según varios medios, tanto el ex primer ministro Ahmet Davutoglu, que dimitió de su cargo en 2016 forzado por el entorno de Erdogan, como el extitular de Economía Ali Babacan llevan tiempo preparándose para lanzar una nueva formación política, y la derrota del AKP en Estambul puede acelerar este proceso.

Un empresario cercano a Babacan, que pidió el anonimato, explicó a Efe que esos dos ex dirigentes están dando forma a partidos distintos, y que Davutoglu contará con el apoyo del expresidente Abdullah Gül, uno de los fundadores del AKP que hasta ahora ha manifestado, muy sutilmente, su desacuerdo con la línea de Erdogan.

Según esas fuentes, el partido de Babacan planea anular la reforma constitucional de 2017 que instauró un sistema presidencialista en el que el jefe del Estado asume prácticamente todo el poder, un cambio que genera dudas entre muchos ciudadanos, incluso en el seno de AKP.

Otra pregunta es si tras la derrota Erdogan mantendrá el calendario electoral que prevé los próximos comicios parlamentarios y presidenciales para 2023, o si adelantará la cita para evitar así un mayor desgaste.

Ahmet Öncü, profesor de Economía de la Universidad de Sabanci, explica a Efe que otro factor determinante que ha pasado factura al partido de Erdogan ha sido la crisis económica, con un desempleo del 26 % entre los jóvenes.

Pero el cambio de opinión de medio millón de estambulíes en menos de tres meses muestra que es, sobre todo, el discurso del jefe de Estado lo que ha dejado de convencer.

“Con la campaña electoral en la que definía a la oposición como ‘enemigo’ y equiparaba perder Estambul con perder Turquía, Erdogan ha cruzado el Rubicón. La pregunta ahora es si quemará las naves o si dará media vuelta y diseñará una línea política más conciliadora”, resume la cuestión el politólogo Rasit Kaya.

El analista subrayó, en conversación con Efe, que la oposición socialdemócrata tiene ahora más poder, más valentía, medios y motivación para enfrentarse al Gobierno, pero añadió que el “perfil psicológico de los líderes” del AKP “hace imposible prever cómo reaccionarán al resultado electoral en Estambul”.

“Lo único que podemos decir es que nada será como antes”, concluye Kaya. EFE

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