La única pista tras el horrible asesinato de una exreina venezolana en Cúcuta

La única pista tras el horrible asesinato de una exreina venezolana en Cúcuta

La mujer tenía un bebé de dos años y era oriunda de la ciudad de San Cristóbal, capital de estado fronterizo del Táchira, en Venezuela. Foto: Jen River Collection

 

La exitosa carrera de la empresaria Jennifer Ramírez, una venezolana de 40 años, que había sido reina de belleza en su país, terminó trágicamente en agosto del año pasado, en el apartamento 305 del edificio Spannis, ubicado en el centro de Cúcuta, reseñó eltiempo.com.

Cinco días después de cometido el asesinato, su cuerpo fue hallado por la Policía Nacional, en avanzado grado de descomposición. Pero esto no fue lo único que causó sorpresa en el momento del levantamiento del cadáver: el sollozo de un bebé indicaba que aún había vida en la escena del crimen.





Su hijo, de dos años, había sobrevivido al hecho violento y se encontraba con severos quebrantos de salud a pocos metros del cuerpo de su madre.

La imagen de este homicidio conmocionó a la capital nortesantandereana; sin embargo, este sentimiento de indignación quedó enterrado por el olvido, en el que está sumido este caso judicial, según denuncias de organizaciones defensoras de los derechos de la mujer.

Por algunos meses, la Fundación Myriam Castrillón acompañó la indagación judicial, adelantada por la Fiscalía General de la Nación, y ofreció ayuda psicosocial a la familia de esta migrante, hasta que decidió abandonar la ciudad, perdiendo el contacto con ellos.

En el barrio donde ocurrió el crimen, el cual está ubicado a pocos metros de la Alcaldía de Cúcuta y el parque Santander, dicen que antes de conocerse del deceso a Jennifer la vieron acompañada de un hombre de tez morena.

La joven, diseñadora de modas, hacía poco se había mudado al apartamento 305 del edificio Spannis, luego de que intentara abrirse camino en el sector textil de Bucaramanga. Años atrás fue candidata por San Cristóbal de un certamen de belleza del Táchira.
?
“Este feminicidio causó mucho revuelo en la ciudad, por la sevicia que fue perpetrado. Además, el niño a su lado, eso fue terrible. Pero lo que más nos sorprende, es que esta escena no fue suficiente para que se acelerara la diligencia judicial, y hasta estos momentos el caso está en la impunidad, sin mayores avances y sin conocerse al posible responsable”, indicó Katalina Alvárez, asesora jurídica de la organización.

Sobre las hipótesis de este crimen, las autoridades señalaron inicialmente que el deceso de esta mujer podría estar relacionado con un robo. No obstante, las pesquisas e indagaciones de los días siguientes concluyeron que la cerradura del inmueble no estaba forcejeada, indicando que el asesino era conocido por la víctima y había entrado con ella. Este detalle sería la única pista detrás del asesinato.

Lea la noticia completa en El Tiempo